Cuando Terran se desmayó en la escuela a los 14 años, una ambulancia la llevó al hospital. Los estudios mostraron que tenía dos coágulos grandes en los pulmones y un tumor grande en el abdomen.
Su diagnóstico de mesotelioma fue un shock, no sólo porque el cáncer es muy poco común, sino porque suele afectar a adultos mayores, en su mayoría hombres expuestos al amianto. El pronóstico del mesotelioma no es bueno y son pocos los lugares especializados en su tratamiento en niños.
"El mesotelioma en pediatría es muy raro", explica la Dra. Rosandra Kaplan, investigadora en la Rama de Oncología Pediátrica del Centro de Investigación del Cáncer del NCI (enlace en inglés) y jefa de la Sección de microambiente tumoral. "El tratamiento requiere mucha experiencia y en los lugares del mundo que se dedican a esto la experiencia es muy limitada. El NIH es uno de esos pocos lugares, y por eso ella vino aquí".
Aunque la cirugía de Terran logró eliminar su tumor, en algunos de sus ganglios linfáticos y de las zonas cercanas al hígado se encontraron más células cancerosas. La mejor oportunidad de Terran para tratar su cáncer tampoco común era un estudio que había empezado a aceptar pacientes.
"En aquel entonces tenía apenas 15 años", recuerda. "Todavía iba a la escuela. Como el tratamiento podía dar resultado, me dieron más ganas de intentarlo". Terran fue la primera paciente en probar el medicamento pexidartinib para su tipo de cáncer. Los resultados han sido sorprendentes.
"Terran es increíble y le está yendo muy bien", dice la Dra. Kaplan. "Aún hay mucha incertidumbre, pero su respuesta al estudio ha sido notable".
Además de recibir los cuidados más avanzados para su cáncer poco común en los NIH, Terran está entusiasmada porque sabe que su participación en el ensayo clínico abrirá el camino para que otros jóvenes se beneficien del mismo tratamiento en el futuro.
Gracias al éxito de su tratamiento, Terran es hoy estudiante de segundo año en el Morris College de Sumter, Carolina del Sur, que se especializa en comunicaciones. Vuelve con regularidad a los NIH y a The Children's Inn para chequeos, acompañada por su padre, Terrence.
Aunque este padre e hija siempre han sido muy unidos, el cáncer los ha acercado aún más. Cuando a Terrence le diagnosticaron un cáncer hace un par de años, él también decidió unirse a un estudio clínico del NCI para recibir tratamiento.
"Me impresionó mucho la atención que Terran había recibido en el NCI, así que supe que eso era lo que yo también quería", recuerda.
Gracias a la solidaridad del público, el albergue ha podido ofrecerles a Terran y a su familia un lugar cómodo, acogedor y hogareño. En los últimos seis años, Terran y su familia han vuelto con regularidad a The Children's Inn para hacerse chequeos en los NIH. Desde el diagnóstico de cáncer de Terrence, padre e hija han hecho sus citas de seguimiento al mismo tiempo para poder estar juntos en el albergue.
"Hay pocas palabras para expresar la importancia que tiene para mis pacientes The Children's Inn", dice la Dra. Kaplan.
"Cuando me acerco a la recepción y pregunto qué pasa, terminamos conversando de temas diversos", rememora Terran con alegría. "The Children's Inn y su energía, francamente… es difícil no enamorarse del lugar".
"Me gustaría darles las gracias a todos aquí en The Children's Inn, desde la señorita Jennie, la directora general, hasta el equipo de limpieza", dice Terrence. "Queremos agradecerles por todo lo que hacen".
"Estamos tan agradecidos de que Terran siga con nosotros hoy", añade Terrence.
¡Gracias por estar ahí para Terran, sus padres, y miles de niños y familias como ellos!