La malaria es una enfermedad grave que afecta a 200 millones de personas cada año. Ocurre en las regiones tropicales del mundo. La malaria mata a miles de personas (más de 400.000 en 2015), especialmente en los países en desarrollo. Se propaga por la picadura de un mosquito infectado.
En algunos países, los medicamentos contra la malaria, los insecticidas y los mosquiteros han reducido el número de casos.
Sin embargo, se necesitan nuevos métodos debido a la creciente resistencia de los mosquitos a los medicamentos contra la malaria y a los insecticidas.
Una de las propuestas consiste en cambiar los genes de algunos mosquitos para que sean resistentes a la malaria. En el laboratorio, los investigadores aparearon mosquitos resistentes a la malaria con mosquitos normales.
Los investigadores descubrieron que los mosquitos resistentes a la malaria podían aparearse y propagar el gen resistente a la malaria en la población del laboratorio.
El estudio comenzó con un número igual de mosquitos silvestres y de mosquitos genéticamente modificados. Al final del estudio, el 90 por ciento de los mosquitos, en promedio, portaban el rasgo de resistencia.
Esta investigación prueba que los mosquitos resistentes a la malaria pueden competir con los mosquitos normales (silvestres). Esto significa que tal vez puedan propagar el gen de resistencia a la malaria a las poblaciones naturales. Si bien los resultados del estudio fueron prometedores, hace falta más investigación para ver si esta estrategia puede prevenir la propagación de la enfermedad.