Bruce Davidson siempre ha disfrutado de la vida al aire libre. A principios de la década del 2000 era dueño y dirigía un servicio de jardinería en Boxborough, Massachusetts. Su profesión y sitio de trabajo lo exponían a las garrapatas.
"En mi trabajo definitivamente el riesgo de picaduras de garrapatas era muy alto. "Siempre estaba caminando entre la hierba, entre matorrales y arbustos", dijo Davidson. Era un ambiente de alto riesgo.
En la primavera de 2005, Davidson sospechó por primera vez que tenía la enfermedad de Lyme. Fue a ver a su médico de cabecera con síntomas que se parecían a los de la gripe, como dolores de cabeza y musculares. En la consulta, Davidson mencionó que varios de sus amigos que tenían la enfermedad de Lyme le habían dicho que los síntomas de él eran parecidos a los de ellos.
"Empezaba a sentir un lento desgaste", explicó Davidson. "Se me estaba yendo la energía, y yo suelo ser una persona en buen estado físico y con mucha energía".
Lamentablemente, su médico de cabecera no consideró el diagnóstico de enfermedad de Lyme y le recetó en cambio una tanda de antibióticos generales. Comenzó a sentirse mejor, pero en agosto de ese año sus síntomas reaparecieron y empeoraron.
"Empezaba a sentir un lento desgaste", explicó Davidson. Se me estaba yendo la energía, y yo suelo ser una persona en buen estado físico y con mucha energía". Tenía dificultad para respirar y a veces oía un ruido agudo de fondo. Al principio pensó que tenía un resfriado de verano, pero como sus síntomas empeoraban, fue a la sala de urgencias de Emerson Hospital en Concord, Massachusetts.
"Estaba rodeado de médicos. Creo que me estaban haciendo un electrocardiograma, una prueba que mide la actividad eléctrica del corazón, y oí que alguien decía en tono preocupante: 'Mira las ondas P en la pantalla. ¿No funciona esta máquina?'" Esas ondas señalaban un bloqueo auriculoventricular completo, que sólo afecta a un pequeño porcentaje de pacientes que tienen la enfermedad de Lyme.
Davidson fue internado rápidamente en la unidad de cuidados intensivos donde lo atendió el Dr. Scott Paparello, de la unidad de enfermedades infecciosas. El Dr. Paparello confirmó la sospecha inicial de Davidson de que era enfermedad de Lyme y comenzó el tratamiento de inmediato. El tratamiento con antibióticos intravenosos empezó a resolver el bloqueo auriculoventricular (bloqueo AV) y se canceló la operación programada para colocarle un marcapasos. Davidson pasó los siguientes tres días en la unidad de cuidados intensivos.
Cuando le dieron el alta del hospital, el Dr. Paparello dijo que creía que estaba curado y que no tendría secuelas a largo plazo. Desde entonces, cada vez que lo han picado las garrapatas dejándole el característico sarpullido en forma de anillo rojo con un centro claro, su médico le receta un ciclo de un antibiótico llamado doxiciclina, y no ha tenido recaídas.
Desde su recuperación, Davidson se ha concentrado en el arte y usa su talento para ayudar a los demás.
"Decidí mejorar mis habilidades artísticas con muchas ganas para poder expresar todo lo que adoro por medio del arte", explicó. Además de producir y enseñar arte, trabaja con la Fundación Make-a-Wish creando obras para los necesitados.
"En 2007 empecé a pintar murales", dijo. "El primero que hice fue para mi vecina de 99 años que está en el asilo de ancianos". Era un paisaje de la zona donde ella vivía, con imágenes de las flores que lindaban los patios.
Davidson se considera un defensor de pacientes y ofrece información sobre la enfermedad de Lyme a quien la necesite. Su sugerencia más importante para quienes la tienen es que sigan aprendiendo, preguntando y difundiendo información.
"Investiguen todo lo que puedan de muchas fuentes diferentes", dijo Davidson. "Aboguen por ustedes mismos y no se queden con una opinión", añadió. "Mi riesgo hubiera sido mucho menor si no hubiera esperado tanto".