Cuando David L. Nash no está compartiendo historias sobre el tiempo que pasó como jugador del equipo de baloncesto Harlem Globetrotters o trabajando como Oficial de Enlace para Educación y Divulgación de la Biblioteca Nacional de Medicina (NLM), devuelve a su comunidad lo que ha recibido por medio de información sobre salud y bienestar. El ex jugador de baloncesto es conocido no solamente por su talento dentro y fuera de la cancha, sino también por su diagnóstico de cáncer del colon. Habló con la revista MedlinePlus Magazine de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) sobre su experiencia con el cáncer del colon y cómo aboga por la detección temprana.
¿Cuándo se le diagnosticó el cáncer del colon por primera vez y por cuánto tiempo vivió con esa enfermedad?
Creo que fue alrededor del 2009 cuando estaba en los primeros estadios del cáncer del colon. Fui a un examen médico anual y el médico me hizo una colonoscopia de rutina; ahí fue cuando descubrió que tenía cáncer del colon. Viví con cáncer aproximadamente por un año sin saberlo.
¿Tenía alguna señal o algún síntoma?
En esa época no tenía ninguna señal ni ningún síntoma. El médico me practicó una colonoscopia de rutina y ahí descubrió que yo tenía pólipos en el colon. Envió los pólipos para examen y me dijo que tenía cáncer del colon.
¿Cuál fue el método de tratamiento?
Recuerdo que fui a cirugía [en el Centro Lombardi de Tratamiento General del Cáncer en Georgetown] en Washington, D.C., lo recuerdo muy bien. El médico tenía una estatura aproximada de 1,57 metros y yo me veía como Frankenstein en la mesa porque mido un poco más de 2 metros. Tuvieron que esterilizar una silla y llevarla para el procedimiento porque mi estatura sobrepasaba de la longitud de la mesa.
El método de tratamiento siguiente fue radiación en el Instituto DeCesaris de Cáncer de Annápolis, Maryland. Recibí radiación más o menos dos veces por semana. Por fortuna, no sentía dolor durante la radiación, especialmente porque acababa de someterme a cirugía. Recibía radiación y tomaba medicamentos, lo cual me beneficiaba.
¿Qué opciones le han ayudado a mantenerse activo y sano?
No consumo mucha carne roja. A mucha gente le gusta la comida rápida, incluso a mis nietos. Les fascinan los sándwiches de pollo de Chick-fil-A y juro que gasto casi US$100 cada vez que voy. Pero consumo frutas y verduras y hago un poco de ejercicio. Camino un poco, como verduras y alimentos sin grasa, pero no me excedo.
¿Qué impacto tuvo en su carrera la experiencia del cáncer del colon?
Yo diría que por ser jugador de baloncesto se me abre la puerta para hablar de la importancia de la salud y del bienestar. A la gente le fascina oír hablar de baloncesto y a menudo cuento historias del breve período que pasé con el equipo Chicago Bulls o de mi experiencia como jugador de los Harlem Globetrotters. Después de un rato, dejo eso de lado y realmente hablo de la importancia de la salud y del bienestar.
¿Qué mensaje les transmite a otras personas sobre la detección temprana y el tratamiento?
El cáncer del colon es común en la comunidad afrodescendiente en los Estados Unidos, de manera que animo a los hombres de esa comunidad (puesto que tienen mayores posibilidades de presentar cáncer del colon) a someterse a prueba porque la enfermedad es curable. La persona tiene que someterse a examen de detección y hacerse la prueba porque no conviene esperar demasiado tiempo. Es difícil tratar la enfermedad si se espera hasta el último minuto. La detección temprana es la clave. Es la forma de cáncer más curable si se descubre a tiempo y eso es lo que deseo recalcar.
Usted descubrió que el cáncer del colon es común en su familia. ¿Cómo se conecta con ella para hablar de salud y bienestar y cómo anima a los hombres de su familia a que se sometan a detección temprana?
Yo no tenía idea de que el cáncer del colon fuera común en mi familia. En el momento del diagnóstico, el médico y yo hablamos de los aspectos genéticos de la enfermedad. Tuve la gran suerte de ser orador en una conferencia en Little Rock, Arkansas, y mientras estaba allá, algunos de nosotros fuimos a los archivos de Little Rock y encontramos la historia de varias generaciones de mi familia. Descubrí que mi bisabuelo y mis tíos maternos también habían tenido cáncer el colon. Ahí fue cuando me enteré de que el cáncer del colon es común en mi familia.
Recalco que la clave está en la detección temprana y el tratamiento y si la persona tiene esta enfermedad, hay que pensar positivamente en cómo sacarla del cuerpo. Mi suegro murió de cáncer del colon cuando tenía unos 84 u 85 años. Si se le hubiera detectado temprano, habría tenido oportunidades de tratamiento. A esa edad, ya no se podía hacer mucho, pero tuvo una buena vida y murió en paz.
¿Cómo aboga por la salud y el bienestar en su comunidad?
El Dr. Henry P. Davis, III, que es el pastor de mi Iglesia, y yo juntamos a un grupo de pastores y a otras personas los domingos para hablar de salud y cómo empezar a abordarla. Hablamos de salud y una de las cosas más importantes que enfrentamos ahora es la salud mental. La salud mental es importante, especialmente cuando se trata de nuestros niños pequeños. Luego, hablamos del cáncer del colon, que es uno de los tipos de cáncer más curable si se detecta temprano.
¿De qué formas se conecta con la comunidad para hablar de cáncer del colon?
En las comunidades de color, a menudo he descubierto que lo mejor es ir a las iglesias y a otros programas comunitarios. Llevo materiales impresos de la Biblioteca Nacional de Medicina que tienen información sobre el cáncer del colon y los distribuyo. Creo que son de beneficio para la gente, de manera que llevo cajas de esos materiales a la comunidad y realmente hablo de eso. Cuando salgo y hablo sobre el cáncer del colon, la gente suele sorprenderse de que yo haya sido paciente de cáncer porque el cáncer del colon lo afecta a uno de una forma que no se puede decir que lo tiene. Cuando lo tuve, nadie podía decir que lo tenía. No perdí peso ni nada por el estilo. Tuve la bendición de contar con un extraordinario equipo médico en ese entonces.