El Dr. Jeff Long prácticamente no puede recordar un momento en el que no haya sufrido de asma grave. Jeff, que tiene más de 50 años, empezó a tener síntomas cuando era niño.
"Recuerdo que cuando hacía deportes en la escuela primaria me quedaba sin aliento. Con el tiempo fue cada vez peor", dijo.
Aunque algunas personas tienen uno o dos desencadenantes del asma, Jeff tenía muchos. Además del polen, el clima frío y seco, la caspa de gato y el ejercicio eran todos factores desencadenantes potenciales para Jeff. Además, en su ciudad natal había fábricas y contaminación.
Entre los síntomas de Jeff estaba la dificultad para respirar. Solía tener ataques graves que podían durar hasta una o dos horas, por lo general después de hacer ejercicio.
"En el otoño, mi asma empeoraba y tenía otros problemas, como bronquitis secundaria. Una vez, en high school, llegué a tener neumonía", dijo Jeff.
La familia de Jeff no sabía cuál era el mejor tratamiento para esta enfermedad. Jeff se crió en un pueblito de Illinois, donde no había muchas opciones de atención médica.
"Creo que me recetaron alguna clase de inhalador, pero la mayoría de los síntomas la manejaban con medicamentos de venta sin receta", recuerda. También trató de superar los síntomas, corriendo y manteniéndose activo, pero los síntomas de asma continuaron.
De adulto, intentó tratar sus ataques cuando ocurrían, pero nunca se sintió en control del asma. Eso cambió cuando se mudó a San Antonio, Texas.
"El sur de Texas era probablemente el peor lugar posible para mi asma, porque había robles y cedros", dijo Jeff. "Me enfermé mucho. Llegué a tomar dos pastillas de Benadryl al día".
Pero finalmente, San Antonio tuvo un efecto positivo en el tratamiento de las alergias de Jeff. Fue allí que conoció a la mujer que hoy es su esposa, Deb, una neumóloga, una médica que trata el asma. Aunque ella no lo trató a él, Jeff empezó a ver con regularidad a un médico que Deb le sugirió.
"Como parte del estudio, lo que yo comprendía del asma cambió
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lemente".- Dr. Jeff Long
"Cuando tenía una crisis de asma, mi médico trataba los problemas más rápidamente que cuando yo intentaba tratarme a mí mismo", dijo Jeff. "Intervenía mucho antes".
Ahora Jeff participa en un estudio de los Institutos Nacionales de la Salud. El estudio Natural History of Asthma with Longitudinal Environmental Sampling (NHALES) ayuda a que Jeff esté mejor informado y pueda ayudar a otras personas con asma.
"Mi experiencia con este estudio ha sido fantástica", comentó Jeff. "Ha sido útil por varias razones". Hasta este año, Jeff había tomado antibióticos en forma intermitente por 15 años a causa del asma. Ahora toma una combinación de un esteroide y un broncodilatador inhalados, que ayudan a relajar las vías respiratorias cuando se contraen durante un ataque.
Su médico, que también es el investigador principal del estudio, el Dr. Stavros Garantziotis, también le diagnosticó bronquiectasia, que causa daño a las vías respiratorias y puede dificultar la eliminación de mucosidad. La bronquiectasia fue causada por el tejido de cicatrización de la neumonía que Jeff tuvo a los dos años.
"Esto explica algunos ataques extraños que he tenido", añadió Jeff. "También cambió un poco el manejo de mis crisis de asma".
La participación en el estudio NHALES ha ayudado a Jeff a tratar el asma como una enfermedad crónica. "Como parte del estudio, lo que yo comprendía del asma cambió considerablemente. En lugar de pensar en el asma como un problema que surge un par de veces al año, lo percibo y lo trato como un problema crónico de salud", dijo.