El calor extremo y los patrones climáticos impredecibles son grandes noticias en todo el mundo. Sin embargo, ¿sabía que el cambio climático no es sólo una preocupación para los científicos? También es una preocupación para los médicos.
Las temperaturas globales más cálidas causan muchos cambios ambientales. Estos incluyen sequías, mayor riesgo de incendios forestales, temperaturas más extremas, océanos más cálidos y tormentas más fuertes. Estos cambios pueden contribuir a enfermedades transmitidas por el agua, enfermedades infecciosas transmitidas por los animales, especialmente insectos como garrapatas y mosquitos, y a contaminación de los alimentos. Los incendios forestales liberan dióxido de carbono de los árboles, y el humo causa contaminación ambiental. El calor extremo puede también afectar el cuerpo.
Con el tiempo, estas amenazas climáticas se acumulan, lo que puede cambiar la salud humana a largo plazo. Nuestros cuerpos podrían luchar más con múltiples afecciones, lo que puede a su vez afectar nuestra salud mental.
La temperatura exterior afecta la temperatura corporal
Los humanos evolucionamos para adaptarnos a la temperatura circundante y mantenernos con vida. La sudoración es la forma como el cuerpo se enfría naturalmente. Sin embargo, a veces sudar no es suficiente especialmente en días calurosos o húmedos. La temperatura de la Tierra está aumentando, y cuando se mantiene alta, es más difícil para el cuerpo autorregularse. La hipertermia se presenta cuando el cuerpo permanece demasiado caliente y no puede enfriarse. La hipertermia puede tomar la forma de diferentes enfermedades causadas por el calor, entre ellas:
• Calambres por calor. Son calambres musculares, generalmente en las piernas o el estómago, causados por la pérdida de sal por la sudoración. Si comienza a tener calambres por calor, es importante tomar muchos líquidos, especialmente aquellos con electrolitos. También debe buscar un espacio más fresco.
• Agotamiento por calor. Los síntomas incluyen sudoración intensa, piel fría y húmeda, náuseas y vómito.
• Insolación. Esto ocurre cuando la temperatura del cuerpo supera los 104 grados Fahrenheit (40 grados centígrados). La insolación puede ser potencialmente mortal.
¿Quién corre mayor riesgo de sufrir una enfermedad relacionada con el calor?
Los grupos que corren mayor riesgo porque tienen menos capacidad para regular su temperatura corporal incluyen:
• Bebés y niños pequeños.
• Personas embarazadas.
• Adultos mayores.
• Personas que tienen sobrepeso.
• Personas que están tomando determinados medicamentos.
Es probable que las personas con discapacidades o problemas de movilidad no puedan llegar a un lugar más fresco si es necesario. Las personas que trabajan o hacen ejercicio al aire libre son vulnerables al calor intenso.
El calor extremo puede empeorar las enfermedades crónicas, incluidas las cardiovasculares (corazón), respiratorias (pulmones) y cerebrovasculares (cerebro y de los vasos sanguíneos). También podría afectar las afecciones relacionadas con la diabetes, el asma, y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Es posible que las personas con ingresos más bajos no puedan permitirse el lujo de tener aire acondicionado en sus hogares o de impermeabilizar sus hogares para controlar las temperaturas. Quienes viven en las grandes ciudades también se ven afectados por efecto isla de calor urbana. Las superficies creadas por el hombre, como carreteras o muros de edificios, absorben y reemiten el calor del sol. Esto hace que aumente la temperatura del aire circundante.
Además, algunos factores (enfermedades crónicas, ingresos más bajos e islas de calor urbanas) son incluso mayores para las personas de color que para las personas blancas no hispanas. Estos grupos tienen más probabilidad de vivir en lugares ambientalmente peligrosos debido a la discriminación de vivienda y racial. Los científicos predicen que los riesgos para la salud serán mayor para adultos los negros y para las personas mayores de 65 años.
¿Qué puede hacer para mantenerse a salvo?
¡Manténgase lo más fresco posible! Recuerde:
• Tome muchos líquidos hidratantes. El agua y las bebidas deportivas que reemplazan las sales y los minerales son las mejores para mantenerse hidratado. Evite la cafeína, el alcohol y las bebidas con mucho azúcar.
• Programe ejercicio o actividades al aire libre cuando las temperaturas sean más bajas. Trate durante las primeras horas de la mañana y al atardecer.
• Métase a un espacio con aire acondicionado. Esto puede ser en casa, en casas de amigos y familiares o en lugares públicos. Algunas opciones son los centros comunitarios, centros comerciales, cines y las bibliotecas. Los funcionarios locales podrían también designar espacios públicos como centros de enfriamiento durante emergencias.
• Vístase para el calor. Use ropa transpirable con colores más claros y telas que absorban la humedad.
Si tiene edema por calor (hinchazón en los tobillos y los pies debido a que siente calor o se ha quemado por el sol), intente elevar las piernas. Si eso no funciona rápidamente, consulte con un profesional de la salud.