El Dr. Blake Warner, D.D.S., Ph.D., M.P.H., estudia los trastornos que afectan a las glándulas salivales como el síndrome de Sjögren. Esta es una enfermedad autoinmunitaria, es decir, hace que su sistema inmunitario ataque por error a células sanas de su propio cuerpo.
Esta afección puede dañar las glándulas que producen saliva (esputo). También puede causar boca seca, pérdida del sentido del gusto, ganglios inflamados y otros problemas.
El Dr. Warner trabaja en el Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial (NIDCR, por sus siglas en inglés), donde ayuda a supervisar la investigación sobre el síndrome de Sjögren. Él y su equipo de investigación del NIDCR quieren entender mejor la causa de esta enfermedad para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas.
¿Por qué decidió estudiar el síndrome de Sjögren?
Durante mi residencia, trabajé en una clínica con pacientes con este síndrome y otras complicaciones. Ayudaba a los pacientes a entender su afección y me instó a encontrar mejores maneras de prevenirla o tratarla. Con la investigación clínica puedo tener un papel más activo para mejorar las vidas de las personas con síndrome de Sjögren.
¿Qué lo llevó a su investigación actual?
"Vivir con el síndrome de Sjögren puede ser más fácil si se mantienen buenos hábitos de salud".
- Blake Warner, D.D.S., Ph.D., M.P.H.
Años de desarrollo y pruebas de tratamientos han logrado pocos éxitos en el manejo de los principales síntomas del síndrome de Sjögren. Estos retrocesos pueden deberse en parte a la variabilidad de la afección.
En el NIDCR, llevamos más de 35 años investigando el síndrome de Sjögren en pacientes. Estudiar a los pacientes desde el principio y por períodos de seguimiento prolongados nos puede ayudar a comprender mejor a los distintos grupos de pacientes con la enfermedad y su causa subyacente, con el objetivo de encontrar mejores tratamientos.
¿En qué consiste la investigación que está llevando a cabo?
Nuestro equipo se esfuerza por distinguir los factores que podrían influir en la inflamación salival que se ve en el síndrome de Sjögren. Para ello, hay dos proyectos principales que me entusiasman mucho: Primero, estamos tratando de ver si es posible desactivar los tipos específicos de inflamación que causando daño en las glándulas salivales. Segundo, estamos tratando de determinar cómo se podría transmitir por vía genética ese daño salival.
Está claro que puede haber una coincidencia entre el síndrome de Sjögren, algunas enfermedades autoinmunitarias y otras afecciones que causan problemas en las glándulas salivales.
¿Qué desearía que más gente supiera sobre esta afección?
El diagnóstico puede llevar tiempo. No es fácil de diagnosticar porque afecta a cada persona de manera diferente. Al menos un tercio de los pacientes no tienen los marcadores de la sangre clásicos del síndrome de Sjögren. No tenga miedo de hablar de sus síntomas con su profesional de la salud.
Además, vivir con el síndrome de Sjögren puede ser más fácil si se mantienen buenos hábitos de salud, como seguir una dieta equilibrada, una rutina de ejercicio constante y beber suficiente agua. Controle sus síntomas viendo con regularidad a su profesional de atención primaria, su dentista y su oftalmólogo (médicos de ojos). Los grupos de apoyo y las fundaciones dedicados al síndrome de Sjögren y otras enfermedades autoinmunitarias pueden ofrecer más información y redes sociales de ayuda para hacer frente a los síntomas.
¿Cuál cree que será el futuro de la investigación sobre el síndrome de Sjögren?
Creo que seremos capaces de reconocer los primeros síntomas antes de que comience la sequedad de los ojos y la boca. Reconocer los factores de riesgo permite comprender mejor el curso de la enfermedad, el desarrollo de la autoinmunidad y los fármacos que pueden prevenir el daño a los órganos que ésta afecta, como las glándulas salivales.