La música, ¿puede ayudarnos a aprender? ¿Puede aliviar el dolor crónico? ¿Puede mejorar la salud en general?
Estas son es importante cuestiones que los Institutos Nacionales de la Salud y el Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas, en colaboración con el Fondo Nacional de las Artes están estudiando.
Este esfuerzo conjunto, Sound Health, explora la intersección entre la música, el cerebro y el bienestar. Reúne a los principales investigadores, musicoterapeutas y artistas para comprender mejor el impacto del arte en la mente y el cuerpo.
Este otoño, los NIH anunciaron que aportarían hasta cinco millones de dólares para la investigación sobre la influencia de la música en la salud.
El efecto del sonido en el cerebro
“Lo que hace que este campo sea tan interesante es el gran potencial de impacto, desde las ciencias básicas hasta terapias potenciadas para todos, desde recién nacidos hasta ancianos”, dijo el Dr, Thomas Cheever.
El Dr. Cheever es asistente del Dr. Collins en la iniciativa Sound Health y es director del Programa de Terapias y Trastornos Musculares del Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel de los NIH
“Por ejemplo, hay sobrevivientes de accidentes cerebrovasculares que saben lo que quieren decir pero no pueden hablar. Eso se conoce como afasia de Broca”, explica el Dr. Cheever. “La parte del cerebro que permite el habla está dañada. En un ejemplo, un paciente que quiere decir ‘tengo sed’ y no puede, puede cantar la frase cuando está ligada a una melodía y esto puede mejorar el habla durante la recuperación”.
La afasia de Broca y otros temas relacionados aparecieron en el artículo de junio de 2017 sobre la iniciativa en el Journal of the American Medical Association. El artículo fue escrito por el Dr. Francis Collins, director de los NIH, y Renée Fleming, una soprano de renombre mundial.
El Dr. Collins también ha formado un grupo de trabajo en los NIH para apoyar y desarrollar este campo de investigación. La respuesta, observa el Dr. Cheever, ha sido notablemente amplia en los institutos, centros y oficinas de los NIH.
“Hemos estudiado a ciertos niveles cómo interactúan la música y el cerebro, pero no habíamos tenido las herramientas para analizarlo con la precisión con que podemos hacerlo ahora”, dice el Dr. Collins.
Con métodos como la musicoterapia y la tecnología de imágenes, los científicos (algunos con el apoyo de los NIH) están empezando a comprender el efecto de la música en la salud y el bienestar.
“Mediante las nuevas tecnologías de imágenes, los científicos han documentado cómo aprender música cuando se es pequeño produce cambios anatómicos en el cerebro”, dice el Dr. Collins.
“Cada vez son más los informes sobre los beneficios de la musicoterapia para problemas tan diversos como el autismo, el dolor crónico y los accidentes cerebrovasculares”, explica. “Pero todavía hay muchas cosas que desconocemos sobre los efectos de la música en la salud en general, y esta asociación nos ayudará a explorar este terreno desconocido”.
‘La música y la mente’
La investigación sobre la música y la salud ha salido del laboratorio y se ha subido al escenario.
El 6 y el 7 de septiembre de 2018, los NIH organizaron la segunda edición anual del evento “Sound Health: La música y la mente”, una serie de espectáculos, conferencias y talleres prácticos en el Kennedy Center, en Washington, D.C.
El evento reunió a destacados investigadores y artistas para explorar la intersección de la música y la ciencia.
“Nos pueden interesar las artes y también podemos estar interesados en la ciencia. Y podemos aprovechar la intersección como oportunidad para observar de qué se trata el ser humano”, dice el Dr. Collins.
En el evento se analizaron muchos tipos de interacciones entre el sonido y la salud, como:
Ciencia del ritmo: Los neurocientíficos Nina Kraus, Ph.D., y Adam Gazzaley, M.D., Ph.D., se unieron al legendario baterista de los Grateful Dead, Mickey Hart, para ilustrar el arte y la ciencia del ritmo.
Educación musical temprana: Renée Fleming moderó un panel de destacados investigadores y educadores para analizar cómo el aprender música desde niños puede moldear el cerebro de maneras importantes y duraderas.
Desarrollo infantil: En esta conversación y demostración, la psicóloga cognitiva Laurel Trainor, Ph.D., mostró el efecto de la música y los ritmos en el aprendizaje y reveló la importancia de los movimientos rítmicos en el desarrollo social. Junto a ella participaron médicos que usan la música y el movimiento con bebés y niños que están en riesgo de tener trastornos del desarrollo.
Sonido y creatividad: El neurocientífico Charles Limb, M.D., y artistas invitados especiales demostraron cómo el fomento y el desarrollo de la improvisación musical en los niños ha llevado a una mejor comprensión de cómo se desarrolla la creatividad en el cerebro humano.
Todas las actuaciones están disponibles para ver en línea. Visite el sitio web de la revista para aprender más.