El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una afección del neurodesarrollo (un trastorno que afecta el desarrollo y el funcionamiento del cerebro). A menudo se diagnostica en la niñez, pero puede continuar hasta la edad adulta.
La vida del adulto con el TDAH
El TDAH no desaparece por arte de magia cuando la persona crece. Aun con tratamiento, muchas personas con este trastorno siguen teniendo síntomas al llegar a la edad adulta, aunque los síntomas se pueden presentar y sentir de una forma un poco diferente.
Para muchos adultos con el TDAH, la pérdida de la estructura y del apoyo que tenían en la casa y en la escuela cuando eran más jóvenes puede dificultar más el manejo de los síntomas en época más avanzada de la vida. Las responsabilidades y dificultades de la edad adulta también pueden desencadenar nuevos síntomas o empeorar los existentes.
Síntomas y patrones
Los adultos con el TDAH pueden luchar con las tareas diarias, las relaciones y el trabajo. Estas dificultades pueden crear sentimientos de frustración y de rendimiento insuficiente. Además, es posible que a las personas afectadas les sea difícil manejar su tiempo, controlar su situación económica, cumplir plazos y mantener una vida familiar y social estable. Esto puede caracterizarse por lo siguiente:
• Siempre pierden cosas importantes (como las llaves, la billetera y el teléfono).
• Les cuesta trabajo escuchar con atención, seguir instrucciones o prestar atención a los detalles.
• Se les olvidan las citas, no devuelven las llamadas o dejan de pagar las cuentas.
• Se muestran nerviosas o inquietas y no pueden sentarse tranquilas por mucho tiempo.
• Interrumpen a los demás o responden la pregunta de alguien antes de que termine de hacerla.
Se puede encontrar más información en el TDAH en adultos (disponible solamente en inglés).
Manejo de los síntomas
Si usted tiene el TDAH, estas estrategias y herramientas pueden ayudarle a manejar sus síntomas.
• Den prioridad a la salud física y mental. Es importante que todas las personas, especialmente las afectadas por el TDAH, cuiden su salud física y mental. Dormir lo suficiente, consumir una alimentación sana y hacer ejercicio regularmente ayudan a reducir el estrés, a mejorar el estado de ánimo y a manejar mejor sus síntomas.
• Establezcan una estructura y una rutina. Una rutina regular puede ayudar a los adultos con el TDAH a mantenerse bien encaminados y a manejar su tiempo de una manera más efectiva. Fijen horas específicas para las actividades diarias, como despertarse, comer, trabajar, hacer ejercicio y acostarse.
• Controlen la “ceguera del tiempo”. El TDAH afecta la forma en que la gente percibe y maneja el tiempo, lo cual puede dificultar el cálculo de la duración de las tareas y el cumplimiento con los horarios. Aunque los calendarios y las agendas son útiles para algunas personas, también pueden ser confusos para el cerebro de las personas con el TDAH. Traten de graduar con frecuencia los cronómetros que les llamarán la atención con sonidos o imágenes de colores o ensayen con aplicaciones y alarmas que sirven de recordatorio para cumplir con los plazos. La clave está en encontrar una herramienta que capte su atención y los mantenga bien encaminados.
• Busquen ayuda profesional. Trabajar con un profesional adiestrado puede ayudar a las personas que tienen dificultad para manejar sus síntomas del TDAH. Estos profesionales pueden ayudarles a atender sus necesidades y dificultades específicas, incluso a formular estrategias para abordarlas.
• Acérquense a otras personas. La conexión con amigos, familiares o colegas puede ayudar a las personas con el TDAH a encontrar apoyo, asesoramiento y un sentido de comunidad. Hay muchos grupos de apoyo y foros en línea relacionados con este trastorno.
El paso primordial y más importante es tener un diagnóstico preciso. El siguiente paso es encontrar el mejor tratamiento y apoyo.
• Obtengan más información sobre el TDAH.
• Descubran cómo se manifiesta el TDAH en los niños y adolescentes.
• Apoyen a alguien que tenga el TDAH.