Veintiséis años. Ese es el tiempo que Eric Garland, Ph.D., LCSW, lleva practicando la atención plena, o “mindfulness” en inglés. Esta práctica de salud complementaria incluye una concentración de la atención, la aceptación y la permanencia en el presente.
Durante los últimos 15 años, esta pasión ha inspirado la práctica del Dr. Garland como trabajador social clínico. También ha aplicado la atención plena a su investigación científica. Una técnica que él mismo creó, conocida en inglés como Mindfulness-Oriented Recovery Enhancement o MORE (Mejora de la recuperación orientada a la atención plena) ya ha demostrado ser prometedora para las personas con dolor crónico que usan medicamentos opiodes.
El Dr. Garland y su equipo han investigado esta técnica con una amplia variedad de afecciones, como dolor lumbar, fibromialgia, artritis, dolor de cabeza y dolor gastrointestinal, además de adicciones. En la última década, sus estudios, apoyados por los Institutos Nacionales de la Salud, se han centrado en la forma en que la atención plena puede ayudar a las personas con dolor crónico a reducir su dependencia de los medicamentos opioides y sus sentimientos de dolor.
La técnica MORE en la práctica
La técnica MORE se suele combinar con el tratamiento convencional en la comunidad y en consultorios médicos. Por ejemplo, un paciente con dolor lumbar se reúne con el profesional de atención primaria para repasar sus necesidades de medicamentos, y luego un trabajador social le administra el tratamiento de atención plena en la clínica. Los resultados ya han mostrado una reducción del 32% en la dosis de medicamentos opiáceos, y una reducción del 63% en el número de pacientes que los usan en forma indebida. También hubo una reducción del 50% en el deseo de consumirlos, y del 22% en las disfunciones relacionadas con el dolor.
Una parte clave de la técnica MORE es centrarse en lo que los pacientes realmente quieren de su tratamiento.
“Nuestro enfoque ha sido siempre no sermonear a la gente y no presionarla”, dice el Dr. Garland. “Los encontramos donde están. Si una persona está dispuesta a cambiar la forma en que usa los medicamentos opiáceos, tratamos de apoyarla”.
Acercarse al dolor
Entonces, ¿cómo actúa la atención plena para reducir el dolor? Hay dos técnicas que el Dr. Garland y sus colegas usan como parte de MORE.
“También le enseñamos a las personas a usar la atención plena para volver a disfrutar de los placeres saludables, de la alegría y el significado de la vida, pese al dolor”.
- Eric Garland, Ph.D., LCSW
“Uno les enseña a los pacientes a usar la atención plena para ‘acercarse’ a su dolor”, señala. “Por ejemplo, se le pide a un paciente que se concentre y divida la experiencia del dolor en sensaciones de calor, de tensión o de hormigueo. Y luego que note si el dolor tiene bordes, si tiene un centro, y los espacios que hay entre las sensaciones”.
La otra parte incluye centrarse en la sensación de placer y alegría. Por ejemplo, disfrutar de la belleza de un atardecer, el olor de una rosa, la alegría de un vínculo o el sentido de propósito que surge de un trabajo bien hecho.
“También le enseñamos a la gente a usar la atención plena para volver a disfrutar de los placeres saludables, de la alegría y el significado de la vida, pese al dolor”, dice el Dr. Garland. “Lo que los datos de múltiples estudios ahora muestran es que esto es algo que realmente sucede en el cerebro y el cuerpo”.
Una imagen real del uso de opioides
Al Dr. Garland le gusta recordarles a sus pacientes y a las personas que usan medicamentos opiáceos para el dolor crónico, que no se avergüencen ni se sientan nerviosos por recibir apoyo.
“Según el estigma, si alguien toma medicamentos opiáceos, seguramente es un adicto. Y con los opioides recetados es mucho más complicado todavía”, dice. “Los médicos les recetan opioides a sus pacientes, cuya gran mayoría no busca abusar de estas drogas ni terminar adictos. Toman los medicamentos tal como se les recetó. Pero a veces, los pacientes desarrollan el hábito de usar los medicamentos opiáceos no sólo para aliviar el dolor físico, sino también el dolor emocional. Y eso puede llevar a más problemas”.