Jimmy Luis Gómez, el músico ganador de Grammys más conocido como Taboo, ha deleitado por años al público como miembro del exitoso conjunto musical Black Eyed Peas.
En este artículo relata su reciente batalla contra el cáncer testicular y comenta el importante papel de la detección precoz, la investigación y la música en la lucha contra esta enfermedad. Esta entrevista apareció por primera vez en el número de 2017 de NIH MedlinePlus Salud. Se ha actualizado y reducido por razones de espacio.
¿Puedes contarnos acerca de tu diagnóstico de cáncer?
Durante seis años tuve dolor crónico de espalda. Como en nuestros conciertos nos movemos y bailamos mucho, pensé que se debía al desgaste de las giras, así que me lo aguanté.
Pero poco a poco el dolor aumentó y se extendió de la espalda al abdomen. El dolor llegó a ser tan grande que una noche no aguanté más y.
fui a la sala de urgencias. Me hicieron pruebas y a la mañana siguiente los médicos me dijeron que habían encontrado un tumor grande y que tenía cáncer testicular en estadio III. Me explicaron que me tenían que operar para sacarlo porque si no, el cáncer se podía diseminar a los pulmones y al cerebro y podía morir.
Me quedé en shock. Tengo esposa e hijos pequeños. Lo primero que pensé fue, ¿voy a vivir? Al día siguiente me operaron para quitar el tumor, pero eso fue apenas el comienzo de la batalla.
¿Qué pruebas específicas hicieron para diagnosticar tu cáncer?
En el hospital me hicieron una resonancia magnética, una tomografía computarizada y otras pruebas. A la mañana siguiente me dijeron que habían encontrado un tumor de 4 centímetros de ancho y 4 centímetros de largo. Y era cáncer.
¿Por qué has hablado tan abiertamente sobre la detección temprana?
La detección temprana es clave, especialmente en comunidades como las mías, indígenas norteamericanos y latinos, que a menudo son ignoradas. Es importante hacerse chequear.
La gente tiene que comprender la importancia de escuchar al cuerpo y de ver al médico para que compruebe si estamos bien. No importa si es un dolor o un bulto, hay que ir a que lo revisen. Quiero que la gente sepa que si esto me ha pasado a mí, le puede pasar a cualquiera: a un niño de tres años, a una persona de 38 o a un anciano.
¿Qué mensaje tienes para las personas que están afrontando un cáncer?
El mensaje es simple: Usted no está solo, Yo soy como ustedes y ustedes son como yo. Me dieron una quimioterapia durísima, intensa y agresiva. Para ser franco, hubo momentos en que estuve a punto de darme por vencido. Pero mi familia, mis amigos y compañeros de banda me dieron ánimo para mantenerme fuerte. Todos me apoyaron mucho.