Con el comienzo del invierno suele llegar la peor época de la temporada de resfriados y gripe y, con eso, la temible infección del oído.
La infección del oído es causada por bacterias o por virus y afecta al oído medio. Ocurre cuando el pequeño espacio entre el tímpano y la parte posterior de la garganta (la trompa de Eustaquio) se bloquea con mucosidad. Esto crea presión dentro del oído, que puede ser dolorosa.
Lamentablemente, las infecciones del oído afectan a los bebés y a los niños pequeños más que a otros. La trompa de Eustaquio de esos niños es más pequeña y no está inclinada. Esto hace más difícil el drenaje del líquido del oído.
Además, como el sistema inmunitario de los niños no está tan desarrollado como el de los adultos, puede ser más difícil para los pequeños combatir un dolor de garganta, un resfriado o una infección respiratoria en los cuales puede quedar líquido atrapado detrás del tímpano.
Los niños mayores y los adultos también pueden tener infecciones del oído, pero estas son menos comunes porque ellos tienen la trompa de Eustaquio más grande e inclinada, de manera que el líquido puede drenar mejor.
¿Qué debe observar en su niño?
Si el niño no tiene suficiente edad para comunicar que siente dolor, a continuación, se citan algunas señales que es preciso observar:
- El niño se toca o se tira una o ambas orejas.
- Se muestra irritable y llora más que de costumbre.
- Tiene dificultad para dormir.
- Tiene fiebre (especialmente si es un bebé y un niño pequeño).
- Le sale líquido del oído.
- Pierde el equilibrio.
- Tiene dificultad para oír o para responder a los sonidos suaves.
El proveedor de atención de salud del niño puede examinarlo con un otoscopio para ver si tiene una infección del oído. Este instrumento iluminado muestra enrojecimiento del oído, líquido que podría estar en el conducto auditivo o (lo que es menos probable) una perforación del tímpano.
El proveedor de atención de salud preguntará si el niño ha tenido goteo nasal, tos o fiebre, puesto que los virus o las bacterias causantes de los resfriados pueden propagarse al oído medio.
¿Qué se debe hacer?
Algunas infecciones del oído mejoran sin tratamiento. Sin embargo, si el proveedor de atención de salud de su niño le receta un antibiótico, es importante que el niño tome el medicamento exactamente como se le ha recetado. Aunque el niño se sienta mejor antes de terminar el medicamento, debe tomarlo durante el tiempo que se le ha recetado con el fin de evitar que se repita la infección. El tratamiento típico para las infecciones del oído dura de siete a diez días.
Si su niño tiene infecciones repetidas del oído, el proveedor de atención de salud puede sugerir un procedimiento quirúrgico en el cual se introducen pequeños tubos a través del tímpano. Los tubos mejoran el flujo de aire y evitan la acumulación de líquido en el oído medio para que el niño pueda oír mejor. Por lo general, esos tubos se dejan puestos durante seis a nueve meses, hasta que se caen.
Reducción del riesgo
A continuación, se dan algunas ideas para ayudarle a su niño a pasar el invierno sin infección del oído:
- Mantenga al día todas las vacunas del niño, incluso la de la gripe.
- Lávese las manos y lávele las manos al niño con frecuencia.
- Evite la exposición al humo de los cigarrillos (varios estudios muestran que los bebés que están en la presencia de fumadores tienen más infecciones del oído).
- Limite la exposición del niño a compañeros de juego que estén enfermos.
- Evite alimentar al bebé con biberón mientras esté en la cuna (los bebés que toman líquido del biberón mientras están acostados podrían tener acumulación de líquido en el oído medio).
¿Cuál es el paso siguiente?
Los investigadores patrocinados por el Instituto Nacional de la Sordera y de Otros Trastornos de la Comunicación (NIDCD) exploran la posibilidad de fabricar vacunas contra algunos de los virus y bacterias más comunes causantes de infecciones del oído medio. El NIDCD también apoya investigaciones para descubrir por qué algunos niños tienen más infecciones del oído que otros. Por ejemplo, los niños de poblaciones nativas estadounidenses y los niños hispanos tienen más infecciones que los niños de otros grupos raciales y étnicos. El NIDCD espera averiguar qué clase de medidas podrían reducir los riesgos de infección.
Los investigadores también han adquirido más conocimientos sobre las bacterias resistentes a los antibióticos llamadas biopelículas, que se pueden encontrar en el oído medio de la mayoría de los niños que han tenido varias infecciones del oído. Si destruimos estas biopelículas, podríamos tratar mejor las infecciones crónicas del oído.
Piense en la posibilidad de ingresar a un ensayo clínico para ayudar a científicos a descubrir nuevas formas de tratar y prevenir las infecciones del oído.
*Este artículo se publicó originalmente el 14 de enero de 2019. Se ha actualizado.