Brianna Parker estaba al otro lado de la calle de las Torres Gemelas en la ciudad de Nueva York el 11 de septiembre de 2001 cuando dos aviones se estrellaron contra ellas.
Recuerda a los adultos cubiertos de escombros, los gritos, las sirenas y el olor a quemado. También recuerda el horror en la cara de la "mujer del polvo", una mujer desolada y cubierta de polvo, con quien hizo Brianna y su madre hicieron contacto visual.
Brianna tenía sólo cuatro años.
Aunque algunas personas suponen que un niño tan pequeño podría no recordar un evento tan traumático, Brianna lo recuerda claramente. Vivía a pocas cuadras de las torres y asistía a una escuela preescolar justo al otro lado de la calle.
"Para los niños pequeños y los padres, hacer terapia temprano es crucial. Me ayudó muchísimo".
- Brianna Parker
Ese día ella y su madre pensaban ir a una juguetería que estaba en las torres. En vez de eso, se abrieron paso por el puente de Brooklyn, tratando de huir de los escombros, el humo y el caos de ese horrible día. La madre de Brianna trató desesperadamente de llamar a sus amigos y familiares.
Al principio, después del 11 de septiembre Brianna tenía pesadillas.
"Mi mamá me había llevado a ver a un terapeuta", dice. "Recuerdo que jugábamos juegos de mesa y con muñecas con el terapeuta. Hice una torre con Legos". La terapia terminó cuando ella tenía 8 o 9 años.
Hoy ya no tiene pesadillas con el 11 de septiembre. "Siento que trabajé mucho con eso cuando era más joven. Todavía siento ansiedad, pero la hubiera tenido de todos modos", comenta.
Ahora, Brianna tiene 20 años y está en el tercer año de la universidad.
Brianna nota que la mayoría de los jóvenes de su edad no recuerdan el 11 de septiembre. Cuando ve otros acontecimientos traumáticos en las noticias, no los relaciona con su trauma del 11/9.
"Cuando era pequeña, siempre recordaba la imagen de la mujer llena de polvo. Era aterrador", recuerda Brianna. "Ahora, recibo noticias en mi celular y me entero de sucesos terribles, pero ya no tengo los temores que tenía antes. No necesito saber todos los detalles".
Atribuye su recuperación a haber hecho terapia por años desde que era muy joven.
Su consejo para quienes han sido víctimas de un evento traumático: "Para los niños pequeños y los padres, es crucial hacer terapia temprano. Me ayudó muchísimo". Sin terapia, hubiera sido mucho peor para mí".
El cuidarse de sí misma y acercarse a los demás también fue útil para Brianna durante su recuperación.
En cuanto a la ansiedad que tiene de vez en cuando, la mantiene bajo control yendo al gimnasio, haciendo ejercicios de respiración y practicando yoga.