Encontrar el tiempo y la energía para hacer ejercicio puede ser difícil. Sin embargo, la Dra. I-Min Lee quiere replantear la manera en que pensamos acerca de la actividad física, sobre todo con la edad.
Por ejemplo, ejercicio puede ser subir por las escaleras, en vez de correr en una cinta rodante. La Dra. Lee, una investigadora que cuenta con el apoyo del Instituto Nacional Sobre el Envejecimiento, estudia el papel de la actividad física en el fomento de la salud y la prevención de las enfermedades crónicas. La experta habla sobre la investigación reciente del papel del conteo de pasos en la mejora de la salud de las mujeres mayores. Ella y su equipo ya han encontrado que dar incluso un número bajo de pasos puede marcar una gran diferencia.
¿Cómo se interesó por investigar la relación entre el conteo de pasos y la salud?
Los podómetros, dispositivos que cuentan el número de pasos, existen desde hace décadas. Antes, sólo las personas que los buscaban tenían uno. Ahora, esta tecnología viene incluida en dispositivos comunes como los teléfonos móviles y los relojes, que registran automáticamente los pasos. Esto pone esta información al alcance de más personas.
En mi hospital organizamos una competencia formando equipos para ver cuál acumulaba más pasos. En mi equipo la mayoría eran mujeres mayores, y la meta predeterminada de muchos dispositivos de 10.000 pasos diarios no era posible. Yo quería averiguar cuántos pasos diarios bastan para mejorar la salud.
¿Cuál es el origen de la meta de los 10.000 pasos diarios?
En 1965, una empresa japonesa vendía podómetros y les dieron un nombre, cuya traducción era "el medidor de los 10.000 pasos". Se cree que escogieron ese número porque el símbolo japonés de la cifra 10.000 parece un poco la silueta de un hombre caminando. Ese número era más una herramienta de marketing que algo basado en datos reales.
¿Qué nos puede decir de su estudio?
Seguimos a mujeres mayores de 65 años, su conteo de pasos y su mortalidad [el efecto del número de pasos en cuánto tiempo vivían]. Les dimos dispositivos para contar los pasos diarios, tanto cuando salían a caminar al aire libre como dentro de la casa. Descubrimos que las mujeres que caminaban un promedio de 4.400 pasos diarios tenían una tasa de mortalidad mucho menor que las menos activas, que caminaban en promedio 2.700 pasos diarios. Cuantos más pasos daban estas mujeres, más baja era su tasa de mortalidad. También descubrimos que la reducción del riesgo se estabiliza a partir de unos 7.500 pasos diarios, es decir, caminar más de esta cantidad puede tener otros beneficios para la salud, pero no afectó la mortalidad de estas mujeres.
¿Averiguaron algo más?
También descubrimos que la velocidad con la que estas mujeres caminaban no influía en la tasa de mortalidad. Por ejemplo, si dos personas caminaban 5.000 pasos, una a ritmo tranquilo y otra a paso ligero, la tasa de mortalidad era la misma. Esto nos muestra que para las mujeres mayores, todos los pasos cuentan, cualquiera que sea la velocidad.
¿Hay algo más que quiere que se sepa sobre el ejercicio?
Me parece que entre ciertos grupos de edad, como los adultos mayores, hay cierto estigma [o vergüenza] relacionado con la palabra "ejercicio". Para muchos, el ejercicio es algo para la gente más joven o atlética. Piensan que se trata de ir al gimnasio o a correr, y esto desanima a mucha gente. La gente le teme a la palabra "ejercicio". Creo que es mejor usar el término "actividad física". Actividad física es cualquier movimiento del cuerpo generado por un músculo. Es cualquier actividad que haga que usted se mueva. Es para todos, no tiene que ser ejercicio intencional.