En las últimas décadas, los tratamientos de varios tipos de cáncer infantil han mejorado. En otros casos, el progreso ha sido limitado. Además, muchos sobrevivientes pueden tener efectos a largo plazo de la enfermedad o el tratamiento.
Por eso hace falta más investigación, para encontrar tratamientos más eficaces y seguros para los cánceres pediátricos. Sin embargo, los investigadores en este campo enfrentan desafíos únicos:
-
En Estados Unidos, los cánceres infantiles representan menos del 1% de todos los diagnósticos nuevos de cáncer. Por eso es difícil inscribir a suficientes niños en estudios clínicos de tratamiento y obtener resultados significativos.
-
Las causas de la mayoría de los cánceres infantiles son desconocidas. Sólo un porcentaje bajo puede relacionarse con factores genéticos o exposición ambiental.
-
Los cánceres de los niños son diferentes de los de los adultos. Por ejemplo, los tumores que se pueden formar en los órganos y tejidos de los niños raramente ocurren en adultos.
-
La búsqueda de tratamientos nuevos para niños plantea desafíos únicos. Hay reglas especiales que protegen a los niños que participan en un estudio. También hay que considerar los efectos de los nuevos tratamientos en el desarrollo.