Richard J. Hodes, M.D., un científico influyente en el campo de la inmunología, ha dedicado su carrera a la ciencia del envejecimiento. El Dr. Hodes (se pronuncia “HODE-es”) ha sido Director del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento (NIA) de los NIH desde 1993, donde supervisa la investigación sobre todos los aspectos del proceso de envejecimiento. La revista NIH MedlinePlus Magazine tuvo la oportunidad de hablar con el Dr. Hodes sobre lo último en materia de investigación avanzada sobre la enfermedad de Alzheimer, la gerociencia (que se concentra en el punto de intersección de la biología básica del envejecimiento, la enfermedad crónica y la salud), la importancia de la diversidad en la investigación, la forma en que el estudio de los perros puede ayudarnos a aprender más sobre la salud y la longevidad y a mejorarlas tanto en el caso del ser humano como de nuestros amigos caninos, y mucho más.
¿Cómo describiría la misión y el enfoque del NIA?
El NIA realiza investigación para entender el proceso de envejecimiento y emplea lo que, en nuestra opinión, optimiza la calidad de vida de las personas a medida que envejecen. Apoyamos el desarrollo de una fuerza laboral de investigación en diferentes campos de la ciencia relacionados con el envejecimiento, desde las ciencias moleculares hasta las ciencias del comportamiento y las ciencias sociales. También apoyamos la investigación y proveemos estructuras y recursos para facilitarla, y luego comunicamos los resultados a la comunidad de investigación, los formuladores de política, el público y otros grupos.
Nuestra misión y nuestro enfoque todavía resuenan con el lenguaje original del Congreso de los años setenta, pero también yo agregaría que ha habido un reconocimiento cada vez mayor de la importancia de la diversidad en nuestra fuerza laboral y en las poblaciones de edad avanzada a las cuales servimos.
La enfermedad de Alzheimer y las demencias relacionadas son un importante punto de enfoque para el NIA. ¿Qué clases de investigación apoya el NIA en esos campos?
Pero también nos impulsan el optimismo y la esperanza provenientes del extraordinario progreso que hemos alcanzado. Por ejemplo, el aprendizaje de qué regiones genéticas de nuestro ADN están relacionadas con el riesgo de Alzheimer, nos da algunas pistas sobre los mecanismos de la enfermedad que pueden aportar información para el desarrollo de intervenciones efectivas. Seguimos aprendiendo sobre la complejidad y la diversidad de los factores contribuyentes a la demencia y a sus síntomas. En la actualidad, el NIA apoya más de 400 ensayos clínicos sobre la enfermedad de Alzheimer y las demencias relacionadas. En cerca de la mitad de ellos se someten a prueba intervenciones referentes a la atención de la demencia y la provisión de cuidado para esa enfermedad y en la otra mitad se examinan las intervenciones farmacológicas y no farmacológicas para tratar y prevenir estas enfermedades.
Pero estas clases de adelantos solamente pueden lograrse con la participación de miles de personas en ensayos clínicos y otros estudios. Para descubrir qué intervenciones y tratamientos obran mejor y, en definitiva, mejoran la calidad de vida, necesitamos voluntarios con la enfermedad de Alzheimer y demencias relacionadas, y otros sin ninguna de esas enfermedades, para participar en ensayos de investigación.
Con el fin de asegurarse de que los resultados sean pertinentes para todas las personas, nuestros ensayos clínicos deben incluir participantes que representen la diversidad de la población de los Estados Unidos.
¿Cómo se abordan en la investigación del NIA las disparidades en salud durante el curso de vida?
El NIA ha recalcado siempre la importancia de abordar las singulares vulnerabilidades de las poblaciones de adultos mayores, y nos hemos comprometido a atender las necesidades de otras poblaciones desatendidas―por ejemplo, diferentes grupos raciales y étnicos, diferentes grupos socioeconómicos y personas que viven en entornos rurales, en comparación con entornos urbanos.
Una forma en que seguimos abordando los problemas de las disparidades en salud durante la pandemia de la COVID-19 es por medio de contribuciones a la iniciativa sobre las poblaciones desatendidas conocida como RADx® Underserved Populations (RADx-UP) Initiative. Esta es una actividad de colaboración transversal en los NIH, por medio de la cual trabajamos para asegurar que las poblaciones desatendidas y vulnerables tengan acceso a las pruebas de detección de COVID-19.
Sin embargo, todo nuestro campo de investigación abarca importantes asuntos relacionados con la diversidad, las disparidades en salud y la equidad en salud. Por ejemplo, en el caso de la enfermedad de Alzheimer, hay notables diferencias en los resultados de la enfermedad en distintas poblaciones. En algunas de nuestras investigaciones más recientes se observa la relación de estas diferencias con los determinantes ambientales y sociales de la salud, así como con la genética. Un ejemplo de la investigación que realizamos actualmente en este campo es el Estudio de la salud y del cerebro en proceso de envejecimiento – Disparidades en salud, que es un estudio longitudinal en el cual se examina el riesgo del deterioro cognitivo, la enfermedad de Alzheimer y las demencias relacionadas en la población estadounidense de origen africano y mexicano y en poblaciones blancas, que no son de origen hispano. El Estudio de la salud y la jubilación (HRS, por sus siglas en inglés), que se viene realizando desde comienzos de los años noventa, es otro ejemplo; se diseñó cuidadosamente para incluir una muestra representativa de la población de los Estados Unidos.
¿Qué es el HRS? ¿Qué preguntas tratan de responder los investigadores y qué han encontrado?
El HRS es un estudio longitudinal altamente interdisciplinario en el cual se examina qué le sucede a la gente en su transición hacia la jubilación. Hay más de 20.000 participantes mayores de 50 años, incluso personas de poblaciones diversas e históricamente subrepresentadas.
La meta es contar la historia del envejecimiento en los Estados Unidos al examinar los factores sociales, ambientales y biológicos entrelazados y las relaciones entre ellos. Una forma de hacerlo es estudiando las relaciones entre los eventos y las experiencias de la vida y los resultados biológicos mensurables. Por ejemplo, por mucho tiempo hemos sabido que hay asociaciones entre las experiencias estresantes de la vida (como sufrir discriminación o perder un empleo), pero ha quedado menos claro si esas clases de estrés causan los peores resultados de salud―o cómo los causan. Sin embargo, en un HRS reciente, se descubrió que el estrés también está relacionado con cambios en un tipo de glóbulos blancos que son una parte importante del proceso del sistema inmunitario encargado de adaptarse a nuevos desafíos inmunitarios. Los cambios en estas células (llamadas linfocitos T) son compatibles con la pérdida de eficiencia de nuestro sistema para hacer frente a ciertos desafíos, lo cual podría explicar parte del vínculo entre el estrés y la salud que, por mucho tiempo, hemos sabido que existe.
Algo único sobre este proyecto es su compromiso con el intercambio abierto de datos―con el cual los datos son accesibles y están disponibles lo más pronto posible―desde el principio. Esto amplía la población de investigadores que pueden llegar con nuevos interrogantes y analizar los datos para encontrar nuevas respuestas. El HRS tienen más de 8.000 usuarios inscritos en la actualidad y 5.000 documentos y publicaciones que cubren una amplia gama de disciplinas científicas.
¿Qué es la gerociencia y por qué es importante?
Gerociencia es un término relativamente nuevo. El envejecimiento, en sí, es un factor de riesgo de muchas enfermedades y afecciones crónicas―cáncer, diabetes, enfermedad del corazón. El entendimiento de los mecanismos celulares y moleculares básicos del proceso de envejecimiento propiamente dicho podría permitirnos modificar el riesgo de tener muchas de esas enfermedades y afecciones relacionadas con el envejecimiento, no apenas una vez, sino en su conjunto . En la literatura se identifican los principales parámetros o dimensiones del envejecimiento―cosas como la estabilidad de la proteína, la función de las células madres y la función de las mitocondrias. La gerociencia estudia estos procesos en animales y en seres humanos para seguir la trayectoria de los procesos con los que guardan relación esas enfermedades. Esto nos permitirá comprender mejor esas relaciones, con el fin de poder comenzar a explorar la forma de intervenir y de mejorar los resultados de salud.
¿Qué es el proyecto sobre el envejecimiento canino? ¿Qué podemos aprender sobre el envejecimiento saludable al estudiar a los perros?
Los científicos han aprendido sobre el proceso de envejecimiento al estudiar diferentes animales como gusanos, ratones y moscas. Los perros pueden ayudarnos a entender el envejecimiento en los seres humanos porque tienen una gran diversidad genética y también comparten la casa y otros entornos con los seres humanos. La meta del Proyecto sobre el envejecimiento canino es entender cómo los genes, el estilo de vida y el medio ambiente influyen en la edad y deseamos emplear esa información para ayudarle a la población humana y canina a prolongar el curso de vida, que es el período de vida sin ninguna enfermedad.
Está en curso un estudio observacional en el que participan algunos miles de perros. Los investigadores recopilan información para descubrir qué factores guardan relación con una mejor salud y una vida más larga. Se seleccionará un subgrupo de esos perros para participar en un nuevo estudio clínico piloto en que el que se observará el potencial de un medicamento llamado rapamicina para prolongar el curso de vida.
Muchos dueños de perros están emocionados y entusiasmados con su participación en ensayos que podrían beneficiar a la población humana y canina. Se puede obtener más información sobre el proyecto e inscribir a los perros para participar al visitar el sitio web del proyecto sobre el envejecimiento canino: Dog Aging Project website.
¿Cómo apoyan las iniciativas del NIA la diversidad, la equidad y la inclusión en la fuerza laboral científica?
La diversidad de la fuerza laboral científica ha sido un campo prioritario para el NIA por mucho tiempo. Las cuestiones de diversidad, equidad e inclusión son críticas para la investigación en biología básica, salud de la población y salud del comportamiento. Somos uno de los primeros institutos en establecer un Marco de disparidades en salud para nuestra investigación. Este marco es la base para conseguir investigadores sobre el envejecimiento provenientes de grupos subrepresentados para muchos de los programas que hemos establecido por años. Un ejemplo es nuestro programa de Centros de Recursos para Investigaciones sobre el Envejecimiento en Poblaciones Minoritarias , una red nacional de centros que establece relaciones duraderas con investigadores y los conecta con científicos prometedores de grupos subrepresentados para iniciar carreras permanentes en investigaciones sobre el envejecimiento.
Nuestro Programa Butler-Williams de Expertos es otro programa de larga data—más de 30 años—que reúne a profesionales de diversos antecedentes en las primeras etapas de su carrera, que están interesados en la investigación sobre el envejecimiento.
¿Cuáles son algunas cosas favoritas que le gusta hacer cuando no está trabajando?
Me gusta pasar tiempo con mis nietos gemelos, que ahora tienen tres años y medio. No hay un momento aburrido. Siempre me he dedicado al ejercicio; paso mucho tiempo en el gimnasio. Mis nietos son una gran motivación para mantenerme en forma al envejecer porque deseo hacer cosas como cuidar a los chicos.
También tengo una huerta; en el verano muchos productos frescos vienen de nuestro patio de atrás, aunque este año no hemos tenido la mejor de las cosechas… por lo menos hasta ahora.