Mark Elliott, Ph.D., de 66 años, es un profesor asociado del departamento de bioquímica y medicina molecular de la Universidad George Washington, que ha estado luchando contra el COVID persistente durante el último año. El COVID persistente se presenta cuando una persona infectada por el COVID-19 tiene síntomas que duran meses o años. Puede presentarse una amplia gama de síntomas, como fatiga, confusión mental y problemas respiratorios.
Aun cuando Mark ha podido controlar algunos de sus síntomas trabajando con sus proveedores del cuidado de la salud, los tratamientos para otras dolencias, en particular, la confusión mental, siguen siendo elusivos. Mark conversó con la revista MedlinePlus sobre su experiencia.
¿Cuándo tuvo por primera vez un resultado positivo en su prueba del COVID-19?
De hecho, nunca di positivo. Estuve expuesto al COVID-19 en agosto de 2021 y poco después comencé a tener síntomas leves, solo tos y problemas respiratorios, por aproximadamente una semana. A los cinco días mi esposa se contagió y sus síntomas fueron más fuertes. Nos aislamos y nos quedamos en casa, pero a pesar de que nos hicimos las pruebas, ninguno de los dos dio positivo. Muchas personas con COVID persistente o COVID prolongado nunca tienen un resultado positivo en la prueba. Me había puesto las vacunas y el refuerzo antes de enfermarme.
Parece que su experiencia con el COVID-19 fue bastante leve. ¿Cuándo empezó a sentir que algo andaba mal?
Unas cuatro semanas después de enfermarme. Estaba mejorando, pero un día me desperté y a duras penas me podía parar, casi no podía caminar. Tenía un dolor tan fuerte que casi lloraba. Sin embargo, si caminaba más de 50 yardas, comenzaba a aflojar. Así que iba a clase, daba mi conferencia y era completamente capaz de hacerlo. A las dos o tres horas, el dolor volvía y yo era un caso perdido.
En el año anterior a su muerte a los 93 años, mi papá tuvo graves problemas de movilidad. De repente me sentí como mi papá y no dejaba de pensar: “¿realmente soy tan viejo? Todavía debería poder moverme, todavía debería poder cortar el césped.”
¿Cuándo decidió buscar atención médica?
Llamé a mi médico de cabecera después de tres días con este dolor. Inicialmente me dijo que hiciera Tai Chi. Lo que sonaba bien, pero si no podía levantarme de una silla y caminar, eso no iba a funcionar. Después de dos semanas, volví a llamar al médico quien me puso en un ciclo de 10 días con esteroides. En el momento que me dieron prednisona, todo volvió a la normalidad. Pero era solo un ciclo de 10 días, y una vez que terminé con los esteroides, me volvió a doler todo y no me podía mover.
Me tomó otras cinco semanas conseguir una cita con un reumatólogo. Me diagnosticaron polimialgia reumática, que es un tipo de artritis. No hay antecedentes de esa enfermedad ni de ningún tipo de enfermedad autoinmunitaria en mi familia, así que pensé que era raro. Mi esposa fue a PubMed de NIH y encontró varios artículos que muestran que los virus respiratorios pueden desencadenar artritis reactiva, y había un estudio de caso que sugirió que el COVID-19 también podría causar eso.
¿Cuán diferente es su estado actual comparado con su estado de salud anterior?
Me hicieron dos reemplazos de rodilla y un reemplazo de hombro por años de jugar fútbol y baloncesto, pero por lo demás, no tenía problemas de salud.
Ahora estoy tomando algunos medicamentos para tratar mis síntomas de COVID persistente. Tengo que vigilar los efectos secundarios, pero están ayudando bastante. Mientras siga mi régimen de medicamentos, mi control del dolor y mi estilo de vida físico están bien. Pero me tomó meses llegar aquí.
Con lo que estoy luchando es con mi confusión mental, que comenzó con el COVID-19 y realmente nunca desapareció. Estaba en mitad de una clase dando una conferencia que he dado muchas veces, y simplemente me perdí en la mitad de la frase. Finalmente tuve que dejar la clase porque estaba tambaleándome y tartamudeando. Les dije, “miren muchachos, esto es lo que está pasando”. Recordar las cosas más simples puede ser difícil, como, en este momento, tengo un bloqueo mental con el nombre de la esposa de mi vecino de al lado.
¿Cómo ha aprendido a lidiar con eso?
IHe apreciado la paciencia de mis alumnos y su voluntad de ayudar a jugar el juego de la confusión mental. Estoy en la mitad de una oración y olvido a dónde iba. Miro a la clase, y ellos me recuerdan, y luego seguimos juntos. Ha sido un buen esfuerzo de trabajo en equipo por parte de ellos.