Las alergias alimentarias a menudo no se comprenden.
"Esta enfermedad es común y tiene un gran impacto no sólo en la vida de la persona afectada, sino también en las de todos los que la cuidan", dice de la Dra. Pamela Guerrerio. Es la jefa de la Unidad de Investigación de Alergias Alimentarias en el Laboratorio del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID, por sus siglas en inglés). La Dra. Guerrerio habló con la revista MedlinePlus de los Institutos Nacionales de la Salud sobre las alergias alimentarias, y la investigación para comprenderlas y llegar a prevenirlas.
Reacciones alérgicas
Las reacciones alérgicas pueden dar miedo si nunca se ha tenido una antes. "Si tiene una reacción alérgica leve, por ejemplo, con urticaria, picazón, estornudos o goteo nasal, debe tomar un antihistamínico, si lo tiene, y estar alerta a los síntomas más graves", dijo la Dra. Guerrerio.
Si tiene una reacción más fuerte, busque atención médica de inmediato en una sala de urgencias o llame al 911.
Las reacciones graves incluyen dificultad para respirar o presión arterial baja, que puede causar confusión, palidez, pulso débil o pérdida de conocimiento. La Dra. Guerrerio dijo que si la reacción es grave o abarca varios sistemas del cuerpo (por ejemplo, si una persona tiene urticaria y también vomita), hay que usar un EpiPen si se tiene y hay que llamar al 911.
Una vez que la reacción inicial se haya tratado, hay que ver a un alergólogo para hacerse pruebas de alergias alimentarias y hablar de un plan de acción.
Desarrollo y diagnostico
Las pruebas de sangre y de piel pueden ser útiles, pero no bastan para diagnosticar una alergia alimentaria. También hay que tener síntomas clínicos al comer el alimento.
Como estas pruebas pueden dar resultados positivos falsos, "Es importante que se interpreten en el contexto del cuadro de salud completo del paciente", dijo la Dra. Guerrerio.
Y añadió que la mayoría de las alergias aparecen temprano en la vida y alcanzan su punto máximo alrededor del primer año de edad.
Es poco común que una alergia aparezca más adelante en la vida, aunque hay excepciones. Las alergias alimentarias más comunes en adultos son a los mariscos y las nueces.
Al crecer, una persona con alergias tiene más probabilidad de tener otras alergias o enfermedades alérgicas. A veces, las alergias se superan.
"La única manera de encontrar mejores maneras de diagnosticar, prevenir y tratar la enfermedad es hacer más investigación sobre las alergias alimentarias".
- Dr. Pamela Guerrerio
Estudios sobre alergias alimentarias
Con tantas preguntas sin respuesta sobre las alergias alimentarias, es importante que los investigadores las sigan estudiando. "La única manera de encontrar mejores maneras de diagnosticar, prevenir y tratar la enfermedad es hacer más investigación sobre las alergias alimentarias", dijo la Dra. Guerrerio.
Recientemente se llevó a cabo un estudio muy importante en el Reino Unido sobre prevención de la alergia al maní, con fondos del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas. Esto llevó a cambios en las pautas de alergias alimentarias de los NIH. El estudio ("Learning Early About Peanut Allergy" o LEAP) examinó la exposición temprana al maní en bebés con alto riesgo de tener una alergia al maní.
El estudio examinó a 640 bebés menores de un año que tenían eccema, alergia al huevo o ambos. Esto indica que un niño tiene un riesgo más alto de tener alergia al maní.
Los niños fueron divididos en dos grupos. A los padres de los niños del primer grupo se les pidió que evitaran que sus hijos consumieran alimentos con maní hasta los cinco años de edad. A los padres del segundo grupo se les pidió que introdujeran el maní en la dieta de sus hijos de inmediato, y que comieran alimentos con maní al menos tres veces por semana.
A los cinco años, a los niños se les hicieron pruebas orales para ver si habían desarrollado alergia al maní.
"El notable resultado fue que la tasa de alergia al maní era casi un 80 por ciento más baja en el grupo que había comido alimentos con maní", dijo la Dra. Guerrerio.
Después del estudio LEAP y de otro estudio de seguimiento (LEAP-ON), un panel de expertos dirigido por el NIAID revisó la evidencia disponible y recomendó que los bebés con alto riesgo de tener una alergia al maní sean expuestos a alimentos con maní desde los 4 a 6 meses de edad. El objetivo es reducir la alergia al maní.
La Dra. Guerrerio dijo que es importante que los padres de niños con alto riesgo de alergia al maní hablen con un médico antes de agregar el maní en la dieta de sus hijos. El médico puede ayudar a decidir si el niño necesita ver a un alergólogo para que le hagan una prueba de alergias.
El NIAID también lleva a cabo investigaciones en el Centro Clínico de los NIH, en Bethesda, Maryland. El Instituto está buscando participantes para un estudio titulado "Natural History and Genetics of Food Allergy and Related Conditions" ("Historia natural y genética de las alergias alimentarias y las afecciones relacionadas").
El estudio a 10 años busca comprender mejor la evolución de una alergia alimentaria, y observar la nutrición y el crecimiento de niños con alergias alimentarias.
"La mayoría de los principales alérgenos alimentarios (como la leche, los huevos, el maní, la soja y el trigo) son densos del punto de vista nutricional. La preocupación es que los niños que deben evitar esos alimentos a causa de sus alergias tengan un mayor riesgo de recibir una nutrición insuficiente. Así que quisimos averiguar si los niños con alergias alimentarias son susceptibles a tener deficiencias nutricionales", explicó la Dra. Guerrerio.
Puede participar cualquier persona de dos a 99 años de edad que tenga una alergia alimentaria confirmada mediante pruebas médicas. El NIAID también busca personas sanas (sin alergias alimentarias) para el grupo de control.