Los estudios clínicos que investigan tratamientos nuevos dependen de que haya un grupo variado de participantes. Esto significa personas de ambos sexos y de diferentes edades, razas y niveles socioeconómicos, entre otros factores. Los participantes mayores de 65 años son especialmente importantes.
Muchos tienen necesidades de salud especiales. Además, reaccionan de distintas maneras a ciertos medicamentos o necesitan dosis diferentes. También tienen más probabilidades de tener enfermedades relacionadas con la edad como Alzheimer, cataratas y artritis.
El Instituto Nacional sobre el Envejecimiento tiene un gráfico que muestra los beneficios de participar en estudios clínicos para personas mayores (en inglés). Allí podrá encontrar más información sobre los estudios clínicos y dónde encontrar uno cerca de usted.