Chris Davenport tiene sólo 18 años, pero entiende lo difícil que puede ser mejorar la salud cuando también se deben afrontar otros retos difíciles en la vida personal.
Hace 18 meses, Chris estaba deprimido. "Sabía que tenía prediabetes, pero mis hábitos de alimentación eran malos y mi motivación de cuidarme no era alta", dice.
Sabía que estaba en riesgo de tener diabetes tipo 2 y le terminaron por diagnosticar la afección.
"Había señales de advertencia y además, en mi familia hay antecedentes", dice. Chris también reconoce que se saltaba comidas y luego consumía en exceso "comida grasosa y poco saludable".
La depresión y la ansiedad hicieron que le resultara más difícil cuidar de su salud. "No tomaba los medicamentos ni comía para estar mejor. La falta de actividad y mis hábitos de alimentación hicieron que terminara siendo una mala versión de mí mismo".
Haciendo los cambios
Hoy todo eso ha cambiado y Chris está orgulloso de los éxitos que ha logrado con su esfuerzo.
Está de vuelta en clases en una escuela secundaria alternativa de Washington, D.C. Y sus niveles de azúcar en la sangre están bajo control gracias a que sigue una dieta saludable y hace ejercicio.
Chris tiene un consejo honesto y práctico para las personas de cualquier edad que necesiten controlar su diabetes.
"Sé que suena como un cliché, pero yo tuve que aprender que esto es un proceso", dice. "Hay que tomárselo un día a la vez. Una vez que te acostumbras a hacer lo correcto cada día, no recordarás los días en que no quisiste hacerlo".
Encontrar ayuda de los Institutos Nacionales de la Salud
Chris dice que las cosas comenzaron a cambiar para él cuando comenzó a ir a la clínica de diabetes dirigida por Stephanie Chung, M.B.S., en Children's National Hospital. Durante un examen físico, su médico le recomendó la clínica y lo puso en contacto con la Dra. Chung, que hace investigaciones sobre la diabetes tipo 2 financiadas por los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés).
"Una vez que te acostumbras a hacer lo correcto cada día, no recordarás los días en que no quisiste hacer eso".
- Chris Davenport
En la clínica, Chris comenzó a trabajar con la Dra. Chung, quien le ayudó a inscribirse en un importante estudio de los NIH sobre jóvenes con diabetes.
Eventualmente, dice, "me cansé de estar deprimido y decidí hacer algo para mí".
Hoy se alimenta con comidas especiales para microondas de desayuno, almuerzo y cena, las que le ayudan a regular los niveles de azúcar en la sangre. El desayuno, por ejemplo, puede ser un omelete de huevo, jamón y queso con un acompañamiento de arándanos y compota de manzana.
"En cada comida incluyen la información nutricional, así que sé cuántas calorías buenas y malas, como carbohidratos y grasa, he comido", explica.
Mantener la motivación
Chris también va regularmente al gimnasio, donde pasa una hora en la cinta de correr y luego levanta pesas.
Estos cambios le han dado más energía, dice. También le han dado confianza y le han ayudado a mantener el optimismo.
Al preguntarle qué es lo más importante que ha aprendido en los últimos 18 meses, Chris no duda.
"Lo más difícil de trabajar para alcanzar una meta es dar el paso inicial", dice. "Una vez que entiendes eso, puedes sentirte más cómodo si haces las cosas de a poco y vas entrenando a tu cuerpo para que haga cada vez más".
"Y si te pierdes un día, no te parecerá bien y te darás cuenta de que tienes que volver a hacer lo que es importante para tu salud", añade.