En los Estados Unidos, aproximadamente el 14 por ciento de la población tiene enfermedad renal (de riñón) crónica y unas 661.000 personas sufren de insuficiencia renal. De estas, aproximadamente 468.000 reciben diálisis renal y casi 200.000 viven con un trasplante de riñón.
MedlinePlus y el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales ofrecen información útil sobre los trasplantes de riñón y las otras alternativas de tratamiento.
¿Qué son los riñones?
Los riñones son dos órganos con forma de frijol que filtran los desechos y el exceso de agua, producen hormonas y cumplen otras funciones importantes para la salud. Están a ambos lados de la columna vertebral y tienen el tamaño de un puño aproximadamente.
¿Cuáles son las causas de la insuficiencia renal?
Las causas principales de la enfermedad renal crónica, que hace que los riñones dejen de funcionar en forma gradual, son la diabetes y la presión arterial alta. Otros problemas médicos que afectan el funcionamiento de los riñones son las enfermedades autoinmunes, como el lupus, y las enfermedades hereditarias, como la poliquistosis renal.
Algunas personas viven con enfermedad renal por muchos años, otras empeoran rápidamente y sufren de insuficiencia renal. Esto significa que los riñones pierden la mayor parte de su capacidad para funcionar: terminan con menos del 15 por ciento de la capacidad normal.
Medicamentos y otros tratamientos ayudan a algunas personas a mantener los riñones en funcionamiento durante muchos años. En otros casos, la enfermedad empeora rápidamente hasta causar insuficiencia renal.
La diálisis y los trasplantes de riñón son dos tratamientos que realizan el trabajo de los riñones cuando estos fallan. La diálisis elimina los desechos y el exceso de agua de la circulación, pero no reemplaza todas las funciones de los riñones.
¿Puede ayudar un trasplante?
Cuando los riñones no funcionan, un trasplante puede ser una buena alternativa. Si el riñón trasplantado funciona bien, filtra los desechos más eficazmente que la diálisis, asume la función del riñón que no funciona y mantiene la buena salud.
Sin embargo, los trasplantes de riñón no siempre son el tratamiento más indicado. Los interesados deben ser evaluados en un centro de trasplantes, ya que el estado de salud de algunos pacientes les impide someterse a esta cirugía.
Aunque un trasplante es un buen tratamiento para la insuficiencia renal, no es una cura. Hay que tomar medicamentos todos los días para que el cuerpo no rechace el riñón trasplantado. También hay que ver a un médico con regularidad.
Para recibir un trasplante
Su médico lo enviará a un centro de trasplantes para que le hagan pruebas y se determine si su salud le permite recibir un trasplante. Los donantes vivos, por ejemplo, un familiar o un amigo, deben ser evaluados para confirmar que están saludables como para donar un riñón.
Si usted tiene un donante vivo, no se preocupe por encontrar alguien perfectamente "compatible". Las innovaciones más recientes, por ejemplo, los intercambios renales, permiten que los cirujanos resuelvan los problemas de incompatibilidad y que muchos trasplantes de donantes vivos sean posibles.
Si no tiene un donante vivo, lo colocarán en una lista de espera para un riñón. Durante la espera le harán análisis de sangre con regularidad. El centro debe tener una muestra de sangre reciente para confirmar que es compatible con el riñón que esté disponible. En cuanto suceda esto, usted deberá ir al hospital para recibir el trasplante. Si los órganos donados no se usan dentro de un período de tiempo determinado, tal vez no sirvan.
Durante la cirugía
La cirugía suele durar entre tres y cuatro horas. El riñón dañado generalmente no se extrae.
Si el donante es un familiar o un amigo, la cirugía se programará en el momento más conveniente para usted, para el donante y para el cirujano. Un cirujano extrae el riñón del donante y otro cirujano lo prepara a usted para recibir el órgano donado.
Después de la cirugía
Mucha gente dice sentirse mejor inmediatamente después del trasplante. En otros casos, el riñón tarda unos días en empezar a funcionar.
Para recuperarse de la cirugía, probablemente tenga que quedarse varios días en el hospital. Si hay complicaciones, deberá permanecer hospitalizado por más tiempo. Después del alta, tendrá que visitar al médico con regularidad.
Si tiene un donante vivo, él o ella también deberá quedarse en el hospital un par de días, aunque seguramente por menos tiempo que usted.
Rechazo del trasplante
El rechazo del trasplante suele comenzar antes de que aparezcan síntomas. Ocurre cuando el sistema inmunitario ataca al riñón trasplantado por considerarlo "extraño" o ajeno al cuerpo.
Los análisis de sangre de rutina que le harán en el centro de trasplantes mostrarán si hay signos tempranos de rechazo. Tal vez tenga la presión arterial alta o note hinchazón porque el riñón no está eliminando el exceso de sal y líquido del cuerpo.
Si cree que su cuerpo está rechazando el riñón trasplantado, llame de inmediato al médico. El rechazo se puede tratar, pero sólo si se detecta pronto. El médico tratará los primeros signos de rechazo ajustando los medicamentos para evitar que el cuerpo rechace el riñón trasplantado. El rechazo no significa necesariamente que el trasplante fracasará.
Más aún, los medicamentos para evitar el rechazo aumentan el riesgo de infección.
Estos medicamentos pueden ocultar síntomas de problemas, como una infección. Llame de inmediato a su centro de trasplantes si no se siente bien o si tiene:
- fiebre de más de 100 ºF
- secreciones de la herida quirúrgica
- ardor al orinar
- un resfriado o una tos que no desaparecen