Aunque aún no hay una cura para la tartamudez, existen tratamientos que se pueden adaptar a la edad del niño y a otros factores.
Buscar ayuda temprana es importante. Puede evitar que la tartamudez del desarrollo (que ocurre cuando el niño es pequeño) se convierta en un problema de toda la vida. Los profesionales de la salud recomiendan evaluar a un niño si ha estado tartamudeando por tres a seis meses. También recomiendan evaluarlo si hay antecedentes familiares de tartamudez o de problemas relacionados con la comunicación.
El tratamiento por lo general consiste en enseñarles a los padres a apoyar al niño mientras desarrolla sus habilidades del lenguaje.
En general, se recomienda:
- Escuchar con atención cuando el niño habla. Tener paciencia. Tratar de no interrumpir al niño ni de terminar sus oraciones. Prestar atención al contenido del mensaje, no cómo se dice.
- Hablar de una manera ligeramente más lenta y relajada. Esto puede aliviar la presión del tiempo que el niño puede sentir.
- Ofrecer un ambiente tranquilo en el hogar y muchas oportunidades para que el niño hable. Esto incluye tiempo individual con un padre.
- Sea menos exigente con el niño para que hable de cierta manera ante otras personas. Esto es especialmente importante si esa presión perturba al niño o le dificulta aún más el habla.