Usted siente que algo le sube por la garganta. Le arde y tiene un sabor ácido. Ahora lo siente detrás del esternón, el hueso largo frente al pecho.
¿Es acidez estomacal? ¿Es reflujo gastroesofágico? ¿Es enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)? ¿Cuál es la diferencia?
Presentamos este resumen sencillo para ayudarle a comprender estos problemas digestivos que a menudo confunden a la gente.
La causa: Reflujo gastroesofágico
Reflujo gastroesofágico significa que el contenido del estómago (como la comida o los ácidos) transita en la dirección contraria. Retrocede del estómago a la garganta a través del esófago, el tubo que los conecta.
Si tiene reflujo gastroesofágico, tal vez sienta el sabor de la comida o del ácido estomacal en la parte trasera de la boca. Esto puede ser incómodo y hacer que se sienta enfermo. El reflujo gastroesofágico a veces se conoce como reflujo de ácido gástrico o RGE.
El síntoma: Acidez estomacal
El reflujo gastroesofágico causa acidez estomacal, una sensación de ardor detrás del esternón, en el cuello o en la garganta. Esta sensación suele ser peor después de comer, por la noche o al acostarse o agacharse. El embarazo o el sobrepeso aumentan las probabilidades de tener acidez estomacal.
La causa más grave: ERGE
La enfermedad por reflujo gastroesofágico se conoce como ERGE .
Como el nombre lo sugiere, ERGE es un caso más serio de reflujo gastroesofágico. Ambos pueden causar acidez estomacal. A menudo, las personas que sienten acidez estomacal más de dos veces por semana suelen tener ERGE.
Esta enfermedad ocurre cuando la válvula de la parte inferior del esófago (donde se conecta con el estómago) se debilita o se relaja cuando no debería relajarse. Los síntomas incluyen acidez estomacal, regurgitación, dolor en el pecho, tos seca, falta de aire o dificultad para tragar.
El tratamiento de la ERGE puede requerir el uso de medicamentos recetados. En ocasiones, se necesita una cirugía u otros procedimientos.
Si usted sospecha que tiene ERGE, vea a su médico o a un gastroenterólogo, un especialista en el aparato digestivo. Esto puede prevenir un mayor daño al esófago e incluso el cáncer.