Se ha demostrado que un estudio financiado por los NIH con el nombre de Profesionales de enfermería intervencionista hacen que el crecimiento de los lactantes comience por trayectorias saludables (INSIGHT) apoya el peso saludable de los bebés y sienta las bases para los buenos hábitos de alimentación y patrones de crecimiento en época posterior la vida. El programa les enseña a los padres primerizos a reconocer y a responder a las indicaciones del bebé en relación con cosas como el hambre, el sueño, la alimentación y la regulación emocional. El estudio ayudó a evitar las preocupaciones por el peso del lactante y promovió el crecimiento saludable de los niños primogénitos. En un estudio de seguimiento llamado SIBSIGHT se descubrió que los hermanos también se benefician.
La obesidad infantil, que afecta a 1 de cada 5 niños en los Estados Unidos, es un asunto complicado sin una sola solución clara. Cuando un niño tiene sobrepeso, casi siempre hay varios factores en juego tales como la genética, el comportamiento o el acceso a alimentos saludables de costo módico y lugares seguros para hacer ejercicio.
Un método para prevenir la obesidad en los niños es una práctica llamada “alimentación perceptiva”, en la cual se les enseñan estrategias a los padres primerizos para reconocer las necesidades de alimentación del bebé y responder a ellas inmediatamente de una manera cuidadosa. Esto incluye lo siguiente:
- Asegurarse de que la experiencia durante la alimentación sea agradable y de que no haya distracciones.
- Notar las señales que da el niño de que tiene hambre o está satisfecho.
- Responder rápido y de manera apropiada a esas señales (por ejemplo, no calmar con comida a un niño que llora pero que está satisfecho).
La alimentación perceptiva también ayuda a los bebés a notar su propia sensación de hambre y de satisfacción, lo cual puede estimular la autorregulación (la capacidad de comer o de dejar de comer a partir de esas indicaciones) durante toda la vida.
Promoción del crecimiento saludable de los niños
Se observó que un prometedor programa de intervención que promueve el crecimiento saludable de los bebés primogénitos también parece beneficiar a sus hermanos. INSIGHT es un estudio en curso financiado por el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK) que enseña aptitudes y estrategias perceptivas para ayudar a los padres primerizos a reconocer y a responder a las indicaciones del lactante.
Los bebés primogénitos en el programa tuvieron tasas de crecimiento más saludable, incluso un aumento de peso más lento en los primeros 6 meses, menores tasas de sobrepeso al cumplir 1 año y menor índice de masa corporal a los 3 años, en comparación con los bebés cuyos padres no recibieron esta capacitación.
En fecha reciente, el equipo de investigación determinó que estos beneficios se extienden a los niños nacidos en segundo lugar, aunque sus padres no reciban más capacitación.
Representantes de la revista MedlinePlus de los NIH hablaron con dos investigadores de la Universidad del Estado de Pennsylvania que dirigieron este trabajo. El Dr. Ian Paul, M.D., M.Sc., es pediatra en ejercicio en el Hospital Infantil de la Universidad del Estado de Pennsylvania y profesor de Pediatría y Ciencias de Salud Pública en la Facultad de Medicina de esa misma universidad. La Dra. Jennifer Savage Williams, Ph.D., es la directora del Centro de Investigaciones sobre Obesidad Infantil de la Universidad del Estado de Pennsylvania y profesora asociada de Ciencias de la Nutrición.
¿Qué es la alimentación perceptiva? ¿Qué relación tiene con la crianza perceptiva?
Dra. Williams: La alimentación perceptiva amplía la crianza perceptiva, establecida hace mucho tiempo. Se trata de captar las señales del niño y de reaccionar con rapidez de una forma apropiada para el desarrollo del niño y relacionada con muchos resultados positivos para los niños.
Hace unos 10 años, varios investigadores comenzaron a examinar cómo encaja la alimentación específicamente dentro de este marco. En lugar de concentrarse en qué y cuánto comen los niños, la alimentación perceptiva adopta una perspectiva del desarrollo, en la cual se examina cómo comen los niños. Esto incluye darles alimentos apropiados para su edad (en lo que respecta a textura, tamaño de las porciones y otros factores) y poder determinar cuándo tiene hambre el niño y cuándo está satisfecho. Las publicaciones sobre la crianza [perceptiva] sentaron la base para pensar en la alimentación de una forma perceptiva y examinamos todos los resultados positivos relacionados con la crianza y nos preguntamos si la alimentación perceptiva también prevendría el aumento de peso y ayudaría a los niños pequeños a aprender a regular su ingesta de energía al prestar cuidadosa atención a su sensación de hambre o de satisfacción.
Dr. Paul: Así es. La alimentación perceptiva consiste en enseñarles a los padres a reconocer las indicaciones de que el niño tiene hambre o está satisfecho—especialmente durante la primera infancia—y cómo responder de una manera apropiada y productiva para el desarrollo. Por ejemplo, los lactantes lloran por muchas razones y darles alimentos puede parecer una respuesta eficaz en el momento, aunque el hambre no sea la causa de la irritabilidad del niño. Por eso es importante darles a los padres otras estrategias, distintas de la alimentación, para responder a la irritabilidad del niño.
¿Qué preguntas estaba tratando de responder con el estudio INSIGHT? ¿Cómo las respondió y qué descubrió?
Dr. Paul: En el estudio INSIGHT se examinó si una intervención sobre la crianza perceptiva para los padres primerizos podría reducir un rápido aumento de peso de los lactantes y mejorar el peso en los bebés de esos padres. Fue un estudio aleatorio controlado (una clase de estudio de investigación en el que los participantes se asignan al azar a diferentes grupos para comparar los efectos de diferentes tratamientos o intervenciones), con casi 300 madres y bebés primerizos. En el grupo de crianza perceptiva, les enseñamos estrategias a los padres para responder a las necesidades de sus bebés relacionadas con el sueño, la alimentación, el juego interactivo y la regulación emocional; luego los seguimos durante los tres años posteriores. El grupo de control (el grupo de participantes en el estudio con quienes no se realizó la intervención sobre la crianza perceptiva) aprendió en qué consiste la seguridad en el hogar. Vimos muchos resultados positivos en relación con el sueño, la alimentación y la nutrición, pero lo más sorprendente fue el impacto en el aumento de peso. En comparación con el grupo de control, los bebés cuyos padres participaron en la intervención sobre la crianza perceptiva crecieron sanos, pero más lentamente en los primeros 6 meses, presentaron menos probabilidad de tener sobrepeso al cumplir 1 año y tuvieron un menor índice de masa corporal a los 3 años.
Dra. Williams: El equipo fue realmente cuidadoso al organizar la intervención. Estuvo a cargo de profesionales de enfermería que se enfocaron en la enseñanza de aptitudes de crianza. Esto les ayudó a los padres a sentir que estaban recibiendo guía y apoyo únicos e individualizados, lo cual puede ser realmente poderoso, sobre todo para las madres primerizas que no siempre tienen buen apoyo. En lugar de hablar explícitamente sobre la prevención de la obesidad, realmente nos enfocamos en las clases de resultados que esperan tener los padres. ¿Qué clase de niño de 3 años quieren tener la mayoría de los padres? Quieren tener un niño que no sea selectivo para comer, que duerma toda la noche y que pueda regular bien sus emociones.
¿Cómo se aprovecharon estos resultados en el estudio SIBSIGHT?
Dr. Paul: En las culturas existentes alrededor del mundo, los niños primogénitos son los únicos con más probabilidad de tener sobrepeso en comparación con sus hermanos. Eso es un poco paradójico porque las mujeres embarazadas a una edad avanzada tienen más probabilidad de aumentar de peso durante el embarazo, lo cual expone al niño al riesgo de obesidad.
Sabemos que los niños primogénitos tienen algunas diferencias en comparación con sus hermanos; la pregunta es por qué. ¿Cuánta de esta diferencia se debe a los genes, cuánta al comportamiento y cómo contribuye cada uno de esos factores a la obesidad? Formulamos la hipótesis de que es probable que los padres con experiencia sean más perceptivos a las indicaciones de un segundo hijo, después de haber pasado por eso con el primogénito.
Dra. Williams: Habíamos recolectado tanta información buena sobre los niños primogénitos en el estudio, que ahora queríamos responder a estar preguntas al examinar a sus hermanos menores. Analizamos los datos sobre estos últimos y nos quedamos sin palabras con lo que descubrimos. Al igual que sus hermanos mayores, los menores que habían nacido en segundo lugar en el grupo de intervención tenían un peso corporal mucho menor que los del grupo de control, aun sin que sus padres recibieran más capacitación. Eso nos dice que esta intervención tiene un rendimiento increíble por la inversión hecha.
Verdaderamente fue un esfuerzo de equipo
Los Doctores Williams y Paul agradecen a todas las personas dedicadas y talentosas que han contribuido al programa y se han emocionado con el mismo durante el transcurso de los años.
Ninguna parte de este trabajo hubiera sido posible sin su mentora, la Dra. Leann Birch, Ph.D. Hasta su fallecimiento en 2019, la Dra. Birch fue psicóloga del desarrollo y pionera en los patrones de comportamiento observados en la alimentación infantil y en la prevención de la obesidad en los primeros años de vida y su investigación y su trabajo sobre alimentación infantil sentaron las bases para la intervención y su currículo. “Ella era absolutamente brillante, innovadora y colaboradora”, dijo la Dra. Williams.
También cabe mencionar al equipo que desarrolló el currículo y la intervención. Los Doctores Williams y Paul le dieron crédito a su colega, la Dra. Stephanie Anzman-Frasca, Ph.D., como contribuyente principal, a los profesionales de enfermería que lo presentaron y a todo el equipo de investigación, incluso a los estudiantes, estadígrafos y coordinadores del proyecto. Por supuesto, es preciso destacar la constante dedicación y participación de las familias en el programa, algunas de las cuales viajaron de lugares fuera del estado, durante los 9 años. Según dijo el Dr. Paul, “sin ellos no habríamos podido realizar el estudio”.
Las repercusiones positivas del estudio se extendieron más allá de los resultados de la intervención. Los muchísimos estudiantes de pregrado, postgrado y postdoctorado que se formaron en este programa colaborativo interdisciplinario representan una nueva generación de investigadores, muchos de los cuales, desde entonces, han previsto y actualmente dirigen sus propias investigaciones.
¿Cuál es el paso siguiente?
Gracias al financiamiento del NIDDK, el estudio INSIGHT continuará siguiendo a los niños primogénitos hasta los 9 años de edad. El equipo también se enfoca en ofrecer educación sobre nutrición y crianza perceptiva en sitios comunitarios. Eso incluye el Programa de intervención temprana para promover la salud cardiovascular de las madres y los niños (ENRICH) del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, en el cual participa con las comunidades para llevar intervenciones basadas en evidencia como el estudio INSIGHT a los padres primerizos y a sus hijos.