Islandia podría ser la clave para comprender cómo y por qué las mujeres tienen el síndrome del ovario poliquístico.
Los investigadores, con el apoyo del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano (NICHD, por sus siglas en inglés) Eunice Kennedy Shriver, están estudiando a familias del país nórdico para comprender mejor el papel de la genética en el síndrome de ovario poliquístico. Eligieron estudiar esas poblaciones porque tienen árboles genealógicos grandes.
Los resultados pueden servir de guía para estudios genéticos similares sobre el síndrome de ovario poliquístico en EE. UU.
“Estos tipos de estudios han aportado y continuarán brindando información importante sobre cómo se hereda el síndrome de ovario poliquístico, así como el proceso que causa la enfermedad”, dijo el Dr. Louis V. DePaolo, jefe de la Rama de Fertilidad e Infertilidad de la División de Investigación Externa del NICHD.
Ya se sabe que el riesgo de una mujer de tener este síndrome es mucho mayor si su madre o una hermana lo tienen. Pero no se sabe exactamente por qué.
Los investigadores están tratando de responder esta pregunta.
“Hay gente que lleva mucho tiempo examinando la genética del síndrome de ovario poliquístico”, dijo la Dra. Lisa Halvorson, jefa de la Rama de Salud y Enfermedades Ginecológicas del NICHD. “Los estudios han detectado anomalías en los genes que influyen en la producción de hormonas en los ovarios, la resistencia a la insulina y la obesidad”.
El síndrome de ovario poliquístico y los intestinos
Hace poco, los investigadores estudiaron en Polonia la relacion entre el síndrome de ovario poliquístico y el microbioma intestinal (los microorganismos que viven en los intestinos) de la mujer. Todos tenemos siempre cientos de millones de células bacterianas en los intestinos.
Los investigadores de la Universidad de Ciencias Médicas de Poznán, en Polonia, y de la Universidad de San Diego, descubrieron que cuanto más altos son los niveles de testosterona y andrógenos de una mujer (algo común en pacientes con este síndrome), menos diversos son sus microbiomas intestinales.
Se sabe que el microbioma intestinal desempeña un papel en el metabolismo humano, la nutrición y el funcionamiento inmunitario.
Aunque los resultados son preliminares, abren un campo de investigación que podría ofrecer pistas sobre el desarrollo o tratamiento del síndrome de ovario poliquístico.
Síndrome metabólico
La genética y el microbioma intestinal son apenas la punta del iceberg en la investigación del síndrome de ovario poliquístico.
“En los estudios clínicos se están comparando los medicamentos estimulantes de la ovulación, los cambios en el estilo de vida e incluso los tratamientos complementarios y alternativos para el control del síndrome de ovario poliquístico”, explicó el Dr. DePaolo.
En otros estudios se investiga cómo prevenir afecciones relacionadas, como el síndrome metabólico.
El síndrome metabólico puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca o accidente cerebrovascular. Los síntomas incluyen niveles altos de azúcar en la sangre, presión arterial alta y exceso de grasa corporal en la cintura.
Otro estudio está examinando la forma en que las pastillas anticonceptivas y la metformina (que disminuye la resistencia a la insulina en la diabetes y el síndrome de ovario poliquístico) pueden prevenir el síndrome metabólico en pacientes con síndrome de ovario poliquístico y con obesidad o con sobrepeso
Los investigadores, con el apoyo del NICHD, están estudiando tratamientos con pastillas anticonceptivas y con metformina administrados de forma separada, y otros que combinan estos dos medicamentos.
“Este estudio debería ayudar a decidir los mejores enfoques de tratamiento del síndrome metabólico en mujeres con síndrome de ovario poliquístico y con sobrepeso o con obesidad, reduciendo así el riesgo de diabetes o enfermedades cardiovasculares”, añadió el Dr. DePaolo.