El Dr. Anthony S. Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID, por sus siglas en inglés), no es ningún extraño a las pandemias ni a las enfermedades infecciosas. Ha sido director del NIAID desde 1984 y ha trabajado allí durante más de cinco décadas.
Una habilidad importante que ha aportado a la respuesta a la pandemia de COVID-19 es su capacidad para explicar información de salud compleja de forma clara y práctica. "Si las personas realmente quieren saber qué pasa", dice el director de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés), Francis S. Collins, M.D., Ph.D., "saben que Tony les va a contar los hechos, aunque no sean los que necesariamente quieran oír". El Dr. Fauci se sentó recientemente a hablar sobre los últimos datos y la ciencia del COVID-19, centrándose en cómo las nuevas variantes del virus podrían afectar al público, especialmente en lo que respecta a las vacunas.
Usted y el Dr. Collins fueron vacunados recientemente contra el COVID-19 aquí en los NIH. ¿Cómo fue esa experiencia?
Después de la primera dosis, unas siete horas después de recibir la vacuna, sentía el brazo un poco dolorido. Eso duró hasta el día siguiente y para el final del segundo día, desapareció por completo. Fue maravilloso. Veintiocho días después, recibimos el refuerzo. Eso fue un poco diferente. Me sentí un poco adolorido, pero no era algo que me impidiera ir a trabajar o funcionar en mi día típico de 17 horas. No me molestó. Sin embargo, cuando llegué a casa esa noche, sentí frío. No creo que tuviera fiebre, pero tenía frío. Así que, una combinación de 24 horas de dolor en el brazo nuevamente, un poco de fatiga, un poco de dolor muscular, un poco de frío, y para la tarde del segundo día desapareció por completo.
¿Por qué es esencial que la gente se vacune?
Eso es realmente muy importante. En primer lugar, tenemos una vacuna que tiene una eficacia del 94% al 95%, y prácticamente el 100% de eficacia contra la forma grave de la enfermedad, es decir, hospitalización y muerte. Por eso la vacuna es extremadamente importante, para la salud de usted, de su familia y de las personas de su alrededor, que podrían tener afecciones de fondo. También es importante para la sociedad en general, porque cuantas más personas se vacunen, más cerca estaremos de lo que se conoce como inmunidad colectiva. Es decir, si conseguimos que entre el 70% y el 75% de la población se vacune, la sociedad va a lograr un nivel de protección tan alto que el virus no tendrá adónde ir. No va a encontrar a ninguna persona susceptible.
¿Hay que seguir usando una mascarilla en público después de recibir la vacuna?
Si usted está totalmente vacunado, las recomendaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) son que puede reanudar la mayoría de las actividades al aire libre y en interiores que hacía antes de la pandemia sin usar una mascarilla, excepto cuando lo exijan las leyes, normas y reglamentos estatales, locales, tribales o territoriales. Aun así, hay que respetar las normas del lugar de trabajo y de las empresas locales. Los CDC siguen aconsejando a los viajeros que usen mascarillas en aviones, autobuses y trenes, y piden que se usen en ciertos lugares cerrados, como hospitales, refugios para personas sin hogar y cárceles. Las mascarillas son necesarias en estos sitios porque usted podría estar vacunado e infectarse sin saberlo, ya que la vacuna lo está protegiendo de los síntomas. Podría tener algo de virus en la nasofaringe [la parte superior de la garganta, detrás de la nariz] y podría infectar a personas no vacunadas o vulnerables en lugares de residencia colectiva.
¿Qué son las variantes del COVID-19 y cómo las estudian y rastrean los NIH?
A veces se usan muchos términos diferentes, como variante, cepa o linaje, que en realidad significan lo mismo. A medida que el SARS-CoV-2 se reproduce, pueden ocurrir cambios en su genoma (comúnmente llamados mutaciones) y algunos causan un cambio en un aminoácido que forma parte de una proteína del virus. La mayoría de las mutaciones no tiene ningún efecto funcional en el virus, pero ocasionalmente se produce una constelación de mutaciones que de una manera u otra sí tiene importancia. Esto se conoce como variante. Algunas de estas variantes se pueden propagar más fácilmente o tienen el potencial de ser resistentes a ciertos tratamientos o vacunas. Estas son las variantes que estamos observando muy de cerca.
Durante esta pandemia, se han documentado muchas variantes del virus que causa COVID-19, en Estados Unidos y en todo el mundo. Estamos vigilando variantes múltiples. Actualmente hay seis variantes notables en Estados Unidos, algunas parecen propagarse con más facilidad y rapidez que otras. Hasta el momento, los estudios sugieren que las vacunas autorizadas son eficaces contra las variantes circulantes. La variante Alfa, también conocida como B.1.1.7, fue reconocida por primera vez en el Reino Unido y ahora es la más común en Estados Unidos, superando en prevalencia a los virus que entraron originalmente a este país. Los casos de COVID-19 causados por otras variantes observadas por primera vez en otras partes del mundo han ocurrido en números relativamente bajos aquí.
Las estamos siguiendo de cerca a todas, especialmente las variantes Beta (B.1.351), Gamma (P.1) y Delta (B.1617.2), que pueden evadir el sistema inmunitario y ciertos tratamientos con anticuerpos más que el virus original y que otras variantes. Para asegurar que no nos agarre desprevenidos, las empresas ya están fabricando variaciones de las vacunas contra las nuevas cepas.
La pandemia ha inspirado a muchas personas a considerar carreras en campo de la salud pública. ¿Qué consejos tiene para los jóvenes o los profesionales interesados? ¿Cómo pueden convertirse en el próximo Dr. Fauci?
Si la salud pública, la ciencia y la medicina son algo por lo cual sienten aunque sea la más mínima inclinación, decididamente los animo a que se dediquen a eso. Debe ser una de las carreras más apasionantes que uno se pueda imaginar, si es algo que les interesa, porque combina la ciencia y la salud de una manera que tiene implicaciones muy amplias.
Cuando me gradué de la facultad de medicina y completé varios años de residencia, incluida una residencia de jefe y una especialización en enfermedades infecciosas, atendía a pacientes. Era muy emocionante. Todavía veo a pacientes. Pero el entusiasmo y la emoción que uno siente cuando trabaja en algo que tiene implicaciones para millones, si no miles de millones de personas... No puede haber nada más emocionante que eso.
Todo lo que hacemos los que participamos en esto, desde la Biblioteca Nacional de Medicina hasta el NIAID y cualquiera de los otros 25 institutos y centros, influye literalmente en las vidas de miles de millones de personas. Por eso, cuando veo a un joven que siente aunque sea el más mínimo interés, le digo que no lo dude, porque no se puede imaginar lo emocionante que va a ser.
¿Cuáles son algunas de las lecciones que hemos aprendido de esta pandemia?
Bueno, si las cosas se hacen bien, siempre hay lecciones que se pueden aprender de una [pandemia] a otra.
Creo que algo que realmente fue [evidente] fue la importancia de la cadena de investigación básica y clínica fundamental. Es decir, para poder utilizar la biología estructural fundamental en la que nos centramos con el VIH, los mismos investigadores colaboraron entre sí y utilizaron ese diseño de vacunas basado en la estructura. Eso hubiera sido imposible sin la investigación básica fundamental que comenzó hace varias décadas. Por eso para mí, eso es un buen ejemplo de la necesidad de seguir financiando la investigación básica fundamental.
Pero también hay muchas lecciones aprendidas en materia de salud pública: la importancia de una red estratégica de salud y vigilancia a nivel mundial, especialmente la capacidad de realizar una vigilancia genómica rápida, amplia y completa.
¿Hay alguna fuente específica de los NIH que pueda recomendarles a las personas que buscan información de salud de confianza?
Bueno, específicamente, en lo referente a estudios clínicos, me parece que recomendaría ClinicalTrials.gov (en inglés), GenBank (en inglés), y [especialmente para científicos e investigadores] PubMed de la Biblioteca Nacional de Medicina (en inglés), que uso unas 20 veces por día.
¿Tiene algún mensaje final que le gustaría transmitir al público?
Esta pandemia es mundial, y tenemos que responder a ella a nivel mundial. Por lo tanto, tenemos que concentrarnos no sólo en controlarla en nuestro propio país, sino en todo el mundo. De lo contrario, seguirán regresando a Estados Unidos mutaciones y versiones nuevas del virus. En resumen, va a terminar, pero eso dependerá del esfuerzo que pongamos.
Esta entrevista fue editada por razones de brevedad y claridad. Para leer las últimas recomendaciones sobre COVID-19, visite la página web de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.