De los aproximadamente tres millones de personas con epilepsia en Estados Unidos, cerca del 30% siguen teniendo convulsiones a pesar de estar medicadas. Ahí es donde entran en juego investigaciones como las de los Institutos Nacionales de la Salud. El Dr. Kareem Zaghloul, M.D., Ph.D., es un científico destacado del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares, en Bethesda, Maryland. Ha centrado una gran parte de su investigación en la epilepsia y en su tratamiento con técnicas quirúrgicas avanzadas cuando la medicación no es suficiente. En esta entrevista, el Dr. Zaghloul explica esta técnica y su trabajo para mejorar la vida de los pacientes con necesidades de tratamiento más avanzadas.
¿En qué se centra la investigación más reciente sobre la epilepsia?
Todavía hay muchos interrogantes con respecto a la epilepsia, entre ellos, cómo comienza en el cerebro. Cuando las convulsiones de una persona persisten a pesar de que su médico le ha recetado la mejor medicación disponible, la cirugía es una opción. Pero sólo da resultado si identificamos el punto exacto del cerebro que está causando las convulsiones. Nuestra investigación se ha centrado en localizar esos puntos e identificar las partes con más probabilidades de estar involucradas en la actividad convulsiva.
¿Cómo hacen esto?
Cuando no sabemos el origen exacto de las convulsiones de un paciente, le implantamos electrodos en y alrededor del cerebro en una cirugía. Estos electrodos recogen datos sobre la actividad convulsiva. Algunos se pueden colocar en una parte profunda del cerebro. Otros se colocan en la superficie. Los electrodos registran la actividad cerebral durante una o dos semanas.
Estos datos les ofrecen a los médicos una visión mucho más detallada de lo que está ocurriendo en el cerebro. Combinamos estos datos con modelos que hemos creado para ayudar a identificar el origen de esas convulsiones y la manera en que se propagan. Además del paciente específico, estos datos se utilizan para identificar un "circuito de la epilepsia". Por ejemplo, una parte del cerebro puede empezar a convulsar, y luego la convulsión se extiende a otra parte. Queremos saber por qué ocurre eso.
¿Cómo espera que esta investigación ayude a las personas con epilepsia?
Tenemos dos objetivos. Primero, queremos mejorar el tratamiento para los pacientes. Aceptar la cirugía es un gran paso para las personas con epilepsia, y queremos asegurar que la intervención tenga mucho éxito. Identificar las partes del cerebro involucradas en las convulsiones nos ayuda a crear una estrategia quirúrgica dirigida a esas regiones.
El segundo objetivo es saber más sobre la manera en que las convulsiones afectan a las neuronas y las células de su alrededor. En la cirugía, extraemos una muestra de tejido cerebral para examinarla. Comparamos las neuronas de la muestra con las de otras partes normales del cerebro. Eso nos ha permitido formular preguntas sobre lo que ocurre biológicamente en el cerebro durante una convulsión. Creemos que las convulsiones podrían surgir por alteraciones en el metabolismo y por inflamación.
¿Qué le gustaría que más gente sepa acerca de la epilepsia?
La epilepsia es bastante común. En Estados Unidos, afecta a alrededor del 1% de la población, es decir, a unos tres millones de personas. El primer tratamiento es la medicación, pero alrededor de un tercio de estas personas siguen teniendo convulsiones a pesar de recibir la mejor terapia médica.
Tener epilepsia puede ser frustrante, especialmente para las personas que sienten que no han logrado ningún progreso en su control. Pero hay mucho apoyo disponible, y hay grupos que trabajan incesantemente en la búsqueda de nuevos tratamientos. No dude en hacer preguntas y en averiguar qué otras opciones tiene.