¿Es posible que los adolescentes que no duermen lo suficiente sean más propensos a los problemas de salud cardíaca más adelante en su vida? Ese fue uno de los riesgos identificados en un estudio a gran escala realizado con apoyo de los NIH.
Investigaciones anteriores habían relacionado dormir poco con la obesidad y otros problemas. Pero este nuevo estudio de observación descubrió que también podía causar problemas cardíacos y cardiovasculares.
El estudio observó a adolescentes de 11 a 13 años. Usaron pulseras especiales que registraron cuánto durmieron durante al menos siete días, tiempo suficiente para tener una idea de sus hábitos de sueño.
Los resultados: en comparación con los jóvenes que habían dormido bien, los que durmieron poco tenían presión arterial más alta, cinturas más grandes y niveles más bajos de lipoproteínas de alta densidad (HDL, por sus siglas en inglés), el colesterol “bueno”.
Los investigadores también midieron la cintura, la presión arterial, el colesterol, la resistencia a la insulina y los triglicéridos de los participantes.
¿Cómo se puede dormir mejor?
Para mejorar el sueño de los niños, adolescentes y adultos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan acostarse siempre a la misma hora, en un cuarto oscuro, tranquilo, cómodo y sin dispositivos electrónicos.
En el caso de los adolescentes, dormir suficiente, de 9 a 10 horas, es algo fundamental.