A medida que envejecemos, nuestro cuerpo cambia de maneras que pueden afectar nuestra salud y bienestar. Con el tiempo, las células envejecen y cambian, y es posible que los órganos no funcionen tan bien. Esto aumenta nuestro riesgo de enfermedades crónicas y otros problemas de salud.
Más que una cifra
¿Se ha preguntado alguna vez por qué algunas personas parecen más jóvenes o viejas de lo que realmente son? ¡Es porque la edad es más que una cifra! Aun cuando el envejecimiento es un proceso natural que nos sucede a todos, no afecta todos los cuerpos de la misma manera
- Edad cronológica: La cantidad de años que ha permanecido vivo.
- Edad biológica: La edad que parecen tener sus células, tejidos y órganos con base en su estado general de salud y el funcionamiento de su cuerpo. Esta puede ser diferente de su edad real. Tiene en cuenta factores como su genética y estilo de vida y cómo su cuerpo se ve afectado por el proceso de envejecimiento.
- Tasa de envejecimiento: Cuán rápido o lento cambia su cuerpo a medida que envejece (como la presencia de arrugas o canas). Mientras que algunas personas parecen envejecer más lentamente, otras parecen envejecer más rápido. Factores como el ejercicio, la dieta, el manejo del estrés y los hábitos de sueño pueden influir en su índice de envejecimiento.
Algunos animales parecen tener un proceso de envejecimiento más lento y tienden a vivir vidas más largas. Los animales de sangre fría, como los reptiles y los anfibios, tienen una esperanza de vida más larga para su tamaño. Miremos las tortugas, por ejemplo, ¡algunas especies de este reptil pueden vivir más de 150 años!
¿Qué podemos aprender de estas criaturas longevas? en un estudio reciente a gran escala (en inglés), financiado en parte por el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento, un equipo internacional se dispuso a responder ese mismo interrogante.
Pistas de los reptiles y anfibios
Si bien la mayor parte de las investigaciones sobre la variación del envejecimiento en los animales se ha enfocado en las aves y los mamíferos, este equipo examinó 77 especies diferentes de reptiles y anfibios salvajes. Empezaron recopilando datos de más de 100 poblaciones de animales cuadrúpedos de sangre fría (conocidos como "tetrápodos ectotérmicos") alrededor del mundo. Al comparar estos datos con datos similares de aves y mamíferos, los investigadores descubrieron vínculos entre los índices de envejecimiento, la longevidad, los entornos, los rasgos y los comportamientos de los animales, e hicieron algunos descubrimientos sorprendentes.
Los animales de sangre fría dependen del calor del medio ambiente para mantenerse calientes. Algunos científicos pensaron que estos animales podrían tener una esperanza de vida más larga debido a sus índices metabólicos más lentos y sus menores demandas de energía, lo que da como resultado menos daño a sus células y tejidos y un proceso de envejecimiento más lento.
Resultó que la regulación de la temperatura no parece ser el secreto del envejecimiento de los animales. En general, los animales de sangre fría en este estudio no envejecieron más lentamente ni vivieron más que sus contrapartes de sangre caliente.
Sin embargo, sí tenían índices de envejecimiento y esperanza de vida más diversos. Algunos envejecieron muy rápido y otros envejecieron muy lentamente. Por lo menos una especie de cada grupo de ectotermos, que incluía tortugas, cocodrilos y salamandras, tenía índices de envejecimiento más lentos y una esperanza de vida más larga que otros animales de tamaño similar.
Rasgos protectores e índices de envejecimiento
Los investigadores descubrieron también algunos factores clave que parecían afectar la rapidez o la lentitud con la que los animales de sangre fría envejecían y el tiempo que vivían:
- Protección contra depredadores. Los reptiles y anfibios que tenían rasgos protectores, como una caparazón dura, escamas o una picadura venenosa, envejecían más lentamente que los que no los tenían.
- Temperatura del medio ambiente. En ambientes más cálidos, los reptiles envejecen más rápido, mientras que los anfibios envejecen más lentamente.
- Edad reproductiva. Los reptiles que comenzaron a reproducirse más tarde en la vida envejecieron más lentamente y vivieron más tiempo. Si bien los anfibios que comenzaron a reproducirse más tarde en la vida vivieron más tiempo, no envejecieron más lentamente. Sin embargo, los índices de envejecimiento de los anfibios se asociaron con la cantidad de huevos que pusieron cada año: las especies que ponían más huevos por año tendían a envejecer más rápidamente.
Este estudio hace notar la evolución del envejecimiento y cómo varía entre las especies. Además, se suma a nuestra comprensión de los factores complejos que contribuyen al envejecimiento, incluida la rapidez o la lentitud con la que envejecen ciertos animales. Esta información puede servir de base para las estrategias de conservación de reptiles y anfibios salvajes, muchos de los cuales están amenazados o en peligro de extinción. ¡Algún día podrían incluso ayudar a los humanos a vivir vidas más largas y saludables!