Las personas tratadas en salas de emergencias por sobredosis de opioides tienen 100 veces más probabilidades que la población general de morir por sobredosis de drogas el año siguiente, y 18 veces más probabilidades de morir por suicidio en el mismo período. Los opioides son medicamentos que calman el dolor y pueden ser muy adictivos.
Los hallazgos provienen de un análisis financiado por el Instituto Nacional de la Salud Mental. El estudio muestra asimismo que las personas tratadas en salas de emergencias por una sobredosis de sedantes también tienen un mayor riesgo de muerte por sobredosis o suicidio. Los sedantes son medicamentos que frenan la actividad cerebral. Se suelen recetar para aliviar la ansiedad o problemas del sueño, pero si no se usan correctamente pueden ser peligrosos.
Para el estudio, los investigadores analizaron datos de departamentos de emergencia de California de 2009 a 2011, y de las muertes en el estado durante el mismo período.
La investigación destaca la necesidad de tomar medidas preventivas en la sala de emergencias antes de darle el alta al paciente. Medidas como ofrecerle recursos y referirlo a profesionales de salud mental pueden reducir el riesgo de muerte por sobredosis o suicidio. Los investigadores del estudio señalan que, aunque estas medidas pueden ayudar a reducir el riesgo, hace falta que los trabajadores de la salud hagan un mayor uso de ellas.