Al final del tratamiento, muchos sobrevivientes de cáncer sienten una mezcla de emociones: están agradecidos del tratamiento pero felices de que haya terminado; sienten entusiasmo por seguir adelante pero al mismo tiempo tienen miedo, inquietud o ansiedad por el futuro.
Algunos quieren volver a la vida como era antes del diagnóstico, mientras otros revalúan qué es lo importante y lo que harán más adelante.
El Instituto Nacional del Cáncer ofrece pautas para afrontar la vida después del cáncer y mantener una buena salud física y mental. A continuación encontrará algunos de sus sugerencias para ayudar a los sobrevivientes y a sus seres queridos a prepararse para la próxima etapa.
Hable con su equipo de atención médica
Es probable que tenga un plan para la atención de seguimiento. Si no lo tiene, pídalo. También existen medidas adicionales que usted y su equipo de atención médica pueden tomar.
Si le preocupan los síntomas o siente ansiedad por la posibilidad de que el cáncer reaparezca, dígalo. Su equipo médico le puede dar información sobre su tipo de cáncer y las probabilidades de que vuelva. El simple hecho de hablar sobre sus síntomas puede darle tranquilidad.
Además, anote sus preguntas y preocupaciones a medida que vayan apareciendo. Esto le ayudará a controlarlas y le servirá de guía útil para su próxima cita de seguimiento.
Sin embargo, si las preocupaciones por una reaparición del cáncer interfieren con su vida diaria, tal vez le convenga hablar con un consejero o un terapeuta que se especialice en tratar a sobrevivientes de cáncer.
Cuide su mente y su cuerpo
Eddie Harris, a quien le diagnosticaron cáncer testicular cuando tenía sólo 25 años, dice que su sugerencia principal es rodearse de un buen grupo de personas.
"En los primeros meses después del tratamiento, era importante para mí decirle a las personas en mi círculo íntimo lo que pensaba, sentía y necesitaba", dice Eddie.
Además de su familia y sus amigos, los grupos de apoyo en línea y en persona pueden brindarle ayuda adicional.
Limitar el estrés también es clave para los sobrevivientes. Los ejercicios de relajación, la meditación y el yoga ayudan a controlar el estrés.
Amy Fenske, una sobreviviente de melanoma en estadio IV, trata de concentrarse en el presente para controlar su estrés.
"Nada me ha forzado más a estar en el presente que el cáncer", dice Amy. "[Mi diagnóstico] fue un verdadero llamado de atención a lo que es importante".
Además, el ejercicio moderado como caminar, andar en bicicleta o nadar es una buena manera de sentirse mejor mentalmente y de restaurar la fuerza y la resistencia. Antes de empezar o parar cualquier rutina de ejercicio, consulte a su profesional de la salud.
La importancia de dedicarse a los demás
Trabajar como voluntario en su comunidad o ayudar a otros pacientes o sobrevivientes de cáncer es una buena manera de dedicarse a los demás y sentirse conectado. Algunas de estas actividades incluyen unirse a un grupo de apoyo o dirigirlo, contribuir a una iniciativa de abogacía o participar en un estudio clínico.
Antes de unirse a un grupo o iniciativa, asegúrese de estar listo emocionalmente y de que no está tratando de hacer más de lo que puede.
No se olvide: lo que come es importante
Después del tratamiento, comer bien puede ayudarle a recuperar fuerza, a reconstruir tejidos y a sentirse mejor en general. Estos son algunas sugerencias para una alimentación saludable:
- Vea a un dietista o nutricionista para crear un plan de alimentación nutritivo y bien equilibrado.
- Coma una variedad de alimentos de todos los grupos.
- Elija alimentos con mucha fibra, como el pan integral.
- Limite la carne roja.
- Limite el alcohol a no más de un trago (si es mujer) o dos (si es hombre) por día.
Para mayor información, vea los recursos para sobrevivientes del Instituto Nacional del Cáncer.