Causas
“Las arritmias cardíacas, ciertos tipos de cáncer, estar sentado durante periodos largos e ininterrumpidos... todos estos son factores de riesgo”, dice Andrei Kindzelski, M.D., Ph.D.
El Dr. Kindzelski es director de la rama de Ciencia y Recursos de Hematología Traslacional del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre.
Y añade que, “Durante los períodos prolongados de inactividad física, el ejercicio ayuda a prevenir la trombosis venosa profunda”.
“Me alegra ver tecnologías como los monitores de actividad, que nos recuerdan que tenemos que levantarnos y movernos”, dice el Dr. Kindzelski.
Otras causas:
- El revestimiento interno de una vena se daña en una operación o por una lesión grave, inflamación o respuesta inmunitaria.
- El flujo sanguíneo es lento. La falta de movimiento puede causar esto. Puede suceder después de una operación, por estar en cama mucho tiempo por enfermedad o por un viaje largo en avión o automóvil.
- La sangre de una persona es más espesa o propensa a coagularse. Algunas enfermedades hereditarias, la terapia hormonal y las pastillas anticonceptivas también aumentan el riesgo de formación de coágulos.
Signos y síntomas
El Dr. Kindzelski dice que sólo la mitad de las personas con trombosis venosa profunda presentan signos y síntomas. Algunos de ellos son:
- Hinchazón de la pierna o de una vena de la pierna;
- Dolor o sensibilidad en la pierna, que puede sentirse sólo al estar de pie o caminar;
- Sensación de calor en la parte hinchada o dolorida de la pierna;
- Piel roja o descolorida en la pierna.
Algunas personas no se dan cuenta de que tienen una embolia pulmonar hasta que presentan signos y síntomas. Éstos incluyen:
- Dificultad para respirar sin causa aparente;
- Dolor al respirar profundamente;
- Tos con sangre;
- Respiración rápida y ritmo cardíaco rápido.
Si no se tratan, tanto la trombosis venosa profunda como la embolia pulmonar pueden causar problemas graves o poner la vida en peligro
Si observa signos o síntomas de cualquiera de estos problemas, vea de inmediato a su médico.
Diagnóstico
El médico diagnostica la trombosis venosa profunda en base a la historia clínica, el examen físico y los resultados de las pruebas.
El médico identifica los factores de riesgo y descarta las otras causas posibles de los síntomas. A veces, las trombosis venosa profunda no se diagnostica hasta después de recibir tratamiento de emergencia para una embolia pulmonar.
Tratamiento
Los médicos tratan la trombosis venosa profunda con medicación y con otros dispositivos y terapias. Los propósitos principales del tratamiento son:
- Evitar que el coágulo aumente de tamaño;
- Evitar que el coágulo se desprenda y se desplace hasta los pulmones;
- Reducir la probabilidad de tener otro coágulo.
Los medicamentos y tratamientos incluyen:
Anticoagulantes
Los anticoagulantes son el medicamento más común para tratar una trombosis venosa profunda. Disminuyen la capacidad de coagulación de la sangre y evitan la formación de coágulos en los pacientes en riesgo de trombosis venosa profunda. Impiden que los coágulos existentes aumenten de tamaño y ayudan a disolverlos para restablecer el flujo de sangre a la región afectada.
Inhibidores de la trombina
Estos medicamentos interfieren con el proceso de coagulación. Se usan para prevenir la formación de coágulos en pacientes que no pueden tomar ciertos anticoagulantes.
Trombolíticos
Los medicamentos trombolíticos disuelven los coágulos grandes que causan síntomas graves. Como estos medicamentos pueden causar sangrado repentino, se usan sólo en ciertas situaciones. Generalmente se pueden administrar por vena o con un catéter especial para dirigir el medicamento al lugar del coágulo.
Filtro en la vena cava
Si usted no puede tomar anticoagulantes o no le están dando resultado, su médico podría recomendarle un filtro en la vena cava. El filtro se inserta en una vena grande llamada vena cava. El filtro atrapa los coágulos para que no lleguen a los pulmones y causen una embolia. Sin embargo, el filtro no impide la formación de coágulos nuevos.
Medias de compresión
Las medias de compresión pueden reducir el riesgo de formación de coágulos y la hinchazón de la pierna. Cubren la pierna desde el arco del pie hasta justo arriba o debajo de la rodilla. Son ajustadas en el tobillo y se vuelven más sueltas al subir por la pierna. Esto crea presión hacia arriba, y la presión evita que la sangre se acumule y coagule.