¿Es posible que la personalidad de un niño ofrezca pistas sobre cómo enfrentará eventos estresantes cuando sea un adulto joven? Un estudio reciente durante la pandemia de COVID-19 encontró factores de riesgo tempranos que predecían la ansiedad en la adultez joven.
Los investigadores analizaron los datos de 291 adultos jóvenes a quienes ya estaban siguiendo desde la infancia hasta la adultez joven como parte de un estudio más amplio a largo plazo sobre el desarrollo social y emocional.
La investigación encontró que aquellos que habían actuado de forma extremadamente cautelosa, temerosa e incómoda ante personas extrañas y en situaciones desconocidas durante la infancia, eran más propensos a sentir más ansiedad durante la pandemia. Sin embargo, los que habían estado intranquilos solamente durante la infancia temprana no informaron problemas de ansiedad. El Instituto Nacional de Salud Mental condujo el estudio.
Otros estudios anteriores han demostrado que los niños que se comportan en forma temerosa tienen un mayor riesgo de tener problemas de ansiedad más adelante en la vida.
Los participantes fueron estudiados en dos momentos diferentes después de decretarse las órdenes de permanecer en casa en Estados Unidos. En la primera evaluación, el 20% informó mayor ansiedad. En la segunda, el 18,3% señaló que sufría ansiedad. Los participantes tenían una edad promedio de 18 años.
Los resultados sugieren que responder al miedo social de los niños y a la ansiedad de los adolescentes puede prevenir trastornos de ansiedad más adelante en la vida.