Puede ser incómodo hablar con sus hijos sobre drogas y alcohol. Es difícil saber qué preguntarles, qué decir y si logrará que ellos lo entiendan a usted. Sin embargo, es importante hablar sobre el uso de sustancias para promover patrones de comportamiento saludable.
Si no está seguro sobre la forma de iniciar la conversación, los siguientes consejos de la Administración de Servicios sobre Abuso de Sustancias y Salud Mental (SAMHSA) pueden ayudarle. Sin importar las circunstancias, tenga una mente abierta, esté bien informado, sea solidario y demuestre que es un oyente activo y compasivo.
1. Tenga conversaciones cortas, informales y frecuentes.
Cuando se trata de hablar sobre el uso de sustancias, puede ser más efectivo tener varias charlas cortas que una “charla larga”. Las conversaciones frecuentes crean confianza con los jóvenes. Es probable que ellos se muestren menos inclinados a consumir alcohol o drogas de una forma indebida cuando tienen una relación sólida y fiable con sus padres o tutores. Usted puede tener estas charlas en cualquier momento, por ejemplo, de camino a la tienda, a la hora de la comida o después de la práctica de deportes.
2. Fije metas sólidas para la conversación y deje clara su postura.
Al hablar del uso de alcohol y de sustancias con sus hijos, SAMHSA le recomienda lo siguiente:
• Aclare que usted no aprueba el consumo indebido de alcohol y de sustancias por menores de edad.
• Dígales a sus hijos que a usted le importan su salud y su éxito.
• Muéstreles que usted estará atento y que se opondrá a que tengan cualquier comportamiento arriesgado.
• Establezca estrategias para que sus hijos menores de edad eviten el consumo indebido de alcohol y de drogas, aunque usted no crea que ellos quieran probarlos.
• Demuéstreles que usted es una fuente fiable de información sobre estos temas o, si desconoce la respuesta, dígales que puede ayudarles a encontrarla. Eso se debe a que…
3. Usted no tiene que ser experto para saber dónde buscar la información correspondiente.
Cuando se trata de uso de alcohol y de sustancias, puede ser difícil para las personas de cualquier edad saber qué es cierto y qué no lo es. Antes de hablar con sus hijos, asegúrese de conocer bien la información pertinente. La página web titulada Parents & Educators (Padres y educadores) del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA) es un excelente punto de partida. Su información revisada por expertos abarca el uso de sustancias y temas relacionados, tanto en inglés como en español.
Lea las respuestas a las 10 preguntas más frecuentes hechas por los adolescentes que se recibieron durante la Semana Nacional de Información sobre las Drogas y el Alcohol establecida por el NIDA. Las principales preguntas incluyeron las siguientes: “¿El vapeo es nocivo para una persona, aunque sea solamente líquido con sabor?” y “¿Puede emplearse la marihuana como medicamento?”.
4. Esté preparado para cambiar la conversación con el tiempo.
A medida que crezcan los niños, cambiarán su entorno, sus experiencias y sus relaciones personales. Lo mismo sucederá con su forma de aprender; la manera en que usted les hable sobre drogas y alcohol a los chicos de quinto grado de primaria será diferente si se dirige a jóvenes de último año de secundaria. Usted deberá modificar la información compartida y el lenguaje empleado para que los niños o los adolescentes puedan entenderlo.
Para los jóvenes que van a entrar a la universidad, el NIAAA tiene guías útiles para los padres y los estudiantes con el fin de facilitar la transición y de ayudar a evitar el consumo de alcohol por menores de edad o cualquier otro tipo de consumo de esa sustancia que sea nocivo para la salud.
5. Si usted nota algo diferente, pregúnteles a sus hijos al respecto.
No hay un “tipo” determinado de persona que adquiera una adicción ni que tenga otros problemas de salud relacionados con el uso de sustancias. Cualquier persona se puede volver adicta. Piense en hablar con sus hijos si nota alguna de las señales indicadas a continuación:
• Han perdido interés en sus actividades favoritas.
• Han cambiado sus hábitos de alimentación, sueño o higiene personal.
• Pasan tiempo con amigos diferentes de los habituales.
• Tienen más problemas con los familiares o amigos.
• Obtienen bajas calificaciones académicas, faltan a clase o se ausentan de la escuela.
• Tienen problemas en la escuela o con la ley.
6. Tenga una “palabra empleada como código” para las situaciones de riesgo.
Es una buena idea que usted y sus hijos piensen en estrategias de ayuda para evitar el consumo indebido de alcohol o de otras sustancias por menores de edad. Pero aun con un plan, para los jóvenes puede ser difícil tomar decisiones seguras en el momento en que se necesitan.
Piense en tener una palabra o una frase empleadas como código que sus hijos le puedan mandar en un mensaje de texto a usted o a alguna otra persona de confianza si necesitan ayuda en una situación incómoda. Es posible que sus hijos se preocupen al pedirle ayuda a usted por temor de meterse en problemas, de manera que debe hablarles con claridad y mostrarles que, si ellos o alguien más están en peligro, pueden acudir a usted para pedirle ayuda. Ofrézcase a llevarlos a casa de manera segura o haga arreglos para eso con otro conductor de confianza.
¿Sabía usted por qué se ha determinado que la edad legal para el consumo de alcohol es de 21 años?
En 1984 se determinó que la edad legal para el consumo de alcohol a nivel nacional es de 21 años con el fin de reducir el consumo excesivo de alcohol por los adolescentes y los accidentes automovilísticos por esa causa. Los choques de vehículos automotores son la principal causa de muerte de adolescentes en los Estados Unidos. En 2020, 29% de los conductores de 15 a 20 años de edad que fallecieron en choques habían estado tomando alcohol. (Fuente: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades).
7. Además, esté listo para escuchar a sus hijos.
La conversación debe darse en ambos lados, de modo que escuche lo que tienen que decir sus hijos sobre el uso de alcohol y de sustancias. Tome en serio sus sentimientos y sus preocupaciones.
Si sus hijos le preguntan por su propio pasado o su abuso de sustancias en ese momento, muchos expertos recomiendan ser francos. Aunque usted haya consumido alcohol o drogas cuando era adolescente, eso no debe impedirle que desanime a sus propios hijos con el fin de que no repitan ese comportamiento ahora. Y si usted y sus hijos se sienten cómodos, pueden compartir historias de su propia vida relacionadas con ese asunto.
8. Si sus hijos le dicen que están luchando, apóyelos.
Si sus hijos consumen drogas o alcohol de una forma indebida, demuéstreles amor y busque ayuda. Comuníquese con el proveedor de atención de salud de ellos o busque servicios de tratamiento de trastornos de salud mental y por uso de sustancias en FindTreatment.gov. También puede llamar a la línea nacional de ayuda SAMSHA National Helpline al teléfono 1-800-662-HELP (4357) o al teléfono para personas con discapacidad auditiva (TTY: 1-800-487-4889). La llamada es gratuita y la línea está abierta 24 horas al día, 7 días a la semana y 365 días al año. Este servicio ofrece envío a establecimientos de tratamiento en su localidad, grupos de apoyo y organizaciones comunitarias.