Los investigadores del Centro Nacional de Salud Complementaria e Integradora (NNCIH, por sus siglas en inglés) y del Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel (NIAMS, por sus siglas en inglés) están estudiando cómo mejorar el tratamiento, el diagnóstico y el control del dolor en pacientes con fibromialgia. Hemos resumido algunos de estos estudios hechos con el apoyo de los NIH y cómo ayudan a mejorar las vidas de los pacientes.
Mejores exámenes diagnósticos
Los NIH apoyan estudios en varias instituciones que utilizan técnicas de diagnóstico molecular (el análisis del ADN para diagnosticar una enfermedad) a fin de diferenciar la fibromialgia de otras afecciones dolorosas.
“Estos análisis de sangre detectan los patrones moleculares característicos de la fibromialgia”, explica la Dra. Leslie Crofford, directora de la División de Reumatología e Inmunología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Vanderbilt. “Sería un gran avance con respecto al diagnóstico que se basa sólo en el relato del paciente”.
Además, los investigadores están preparando una prueba genética de la fibromialgia, añade la Dra. Crofford. Explica que la fibromialgia no es causada por un solo gen, como la fibrosis quística, sino por una combinación de genes y que “por eso es difícil crear una prueba”.
Más tratamientos sin medicación
Un nuevo estudio de las universidades de Tufts y Brown, parcialmente subvencionado por el NCCIH, mostró que hacer los movimientos suaves del tai chi dos veces por semana logra una alivio igual o mejor de los síntomas de fibromialgia que el ejercicio aeróbico más intenso.
Los investigadores observaron que los pacientes tendían a continuar más con el tai chi que con el ejercicio aeróbico.
Para alentar a más pacientes con fibromialgia a hacer ejercicio, la Dra. Crofford está haciendo un estudio financiado por el NIAMS que utiliza la neuroestimulación eléctrica transcutánea (TENS, por sus siglas en inglés) para ayudar a las personas a moverse con más comodidad.
TENS envía pequeños pulsos eléctricos indoloros a la parte posterior del cuello y la parte inferior de la espalda. “Esperamos que esto normalice los mensajes de dolor entre el cuerpo y el cerebro”, explicó la Dra. Crofford.
En la Universidad de Michigan, el NIAMS está subvencionando investigación para determinar si los pacientes con fibromialgia y otras afecciones que causan dolor crónico responderían mejor a tratamientos con y sin medicación dirigidos al cerebro. Esto se haría en lugar de los tratamientos convencionales con medicamentos antiinflamatorios, opiáceos, inyecciones de corticoides y operaciones, explica el Dr. Daniel Clauw, director del Centro de Investigación sobre el Dolor Crónico y la Fatiga de la universidad.
Y añade que, “También estamos utilizando la pruebas de imágenes cerebral para establecer mejores pautas de diagnóstico y tratamiento para quienes sufren de dolor crónico”.
Nueva investigación sobre el dolor
Los NIH lanzaron recientemente una iniciativa de “Ayuda para ponerle fin a la adicción a largo plazo” (HEAL, por sus siglas en inglés) destinada a acabar con la crisis nacional por el abuso de opiáceos. El impulso de esta iniciativa a nuevos tratamientos y la investigación del dolor crónico podrían ser muy beneficiosos para las personas con fibromialgia.