Matt Iseman estudió para ser médico, aunque muchos lo conocen como cómico, primer ganador del programa "New Celebrity Apprentice", y presentador del exitoso programa de televisión "American Ninja Warrior".
También es uno de los millones de estadounidenses que viven con artritis, y se ha preocupado porque esta afección se investigue más a fondo.
Recientemente conversó con la revista MedlinePlus de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés) sobre su experiencia y la clave de su éxito.
¿Podría contarnos cómo ha sido su experiencia con la artritis reumatoide?
Recibí el diagnóstico en la en la Navidad de 2002. Cuando me dijeron que tenía artritis reumatoide, lo primero que sentí fue alivio. Cuando cuento eso, mucha gente se sorprende. Pero mis síntomas habían comenzado 18 meses antes, cuando mi cuerpo y mi vida se empezaron a derrumbar.
¿Cómo fue eso al principio?
Tenía 30 años recién cumplidos cuando los síntomas comenzaron. Primero sentí dolor en el dedo índice derecho, y luego se extendió a los pies, la espalda y el cuello. Estaba siempre agotado y muchas veces dormía hasta 14 horas diarias. Había sido un atleta durante toda mi vida, pero era incapaz de hacer ejercicio y llegué a engordar 55 libras. Vi a muchos médicos pero ninguno me podía decir cuál era el problema.
Cuando finalmente supe que tenía artritis reumatoide, sentí alivio porque sabía que podía hacer algo al respecto.
¿Y cuál es la buena noticia?
La buena noticia es que cuando comencé el tratamiento (con un medicamento biológico que reduce la inflamación), sentí que volvía a vivir.
Por eso he apoyado con tanto entusiasmo grupos como la Fundación para la Artritis, para que la gente sepa que hay esperanza. A pesar de que soy médico y comprendo la enfermedad, no conocía a nadie con artritis reumatoide. Muchas personas recién diagnosticadas buscan en Internet y leen acerca de lo peor que les puede pasar.
Me gustaría que se enteren en cambio de mi caso: gané el programa "Celebrity Apprentice", soy el presentador de "American Ninja Warrior" y recorro el país entero como comediante. Me encanta contar mi historia. Hay esperanza. Se puede llevar una vida plena, a pesar de esta enfermedad.
¿Qué hace para mantener la salud y el nivel de energía?
Antes jugaba baloncesto, pero desde que recibí el diagnóstico he dejado de practicar este deporte y de correr. Yo le suelo decir a la gente, no le presten atención a lo que no pueden hacer, concéntrense en lo que sí pueden hacer. Se sorprenderán al ver lo que pueden lograr.
He descubierto el yoga y el Pilates. Son fantásticos para aumentar la fuerza y flexibilidad. Si tiene artritis reumatoide, (y como dice el refrán en inglés) " El mejor lubricante es el movimiento". Cuanto más se mueva, mejor se sentirá y mayor será su vitalidad.
Para mí, la risa ha sido siempre la clave, especialmente cuando estaba deprimido antes de que me diagnosticaran. En aquel momento, la comedia realmente me salvó la vida. Por más mal que me sintiera, mis monólogos humorísticos me ayudaron a reír y a hacer reír a los demás. También es importante cuidarse a uno mismo, tanto en la parte física como emocional. Y la risa es la mejor herramienta.
¿Cuál es la importancia de tener una comunidad de apoyo fuerte?
Nadie sale adelante solo. En el programa "American Ninja Warrior" tocamos ese tema y yo hablo sobre la artritis.
Cuando se acaba de recibir el diagnóstico, el médico, el enfermero y la familia conversan con uno. Pero también es importante charlar con alguien que esté teniendo la misma experiencia. Únase a un grupo para compartir historias y consejos sobre la vida con artritis reumatoide.
Los NIH apoyan mucha investigación que busca mejorar los tratamientos de la artritis. ¿Qué puede decirnos sobre la importancia de este trabajo?
Yo participo en la investigación de los NIH. Y soy una prueba viviente de su importancia. El medicamento que uso se descubrió cuatro años antes de que me diagnosticaran.
Este tipo de avances no hubiera sido posible sin la investigación que se hace con el respaldo de los NIH. Tenemos que asegurar que los investigadores tengan los fondos necesarios para encontrar mejores tratamientos y, algún día, una cura.