Aunque la intimidación (también llamado acoso) puede ocurrir a cualquier edad, es especialmente difícil para los niños en edad escolar y los adolescentes. Causa angustia social y emocional, autolesiones y, en casos graves, incluso la muerte. Pero la intimidación no ocurre sólo en la escuela. El ciberacoso puede ocurrir en cualquier momento y lugar.
El objetivo del Mes Nacional de Prevención de la Intimidación Escolar, que se conmemora en octubre, es ayudar a padres, familias y educadores a comprender este generalizado problema y sus consecuencias para la salud.
Tipos comunes
La intimidación ocurre de muchas maneras:
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Física: Golpear, dar puñetazos, patadas, empujar
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Verbal: Burlarse, insultar, hacer comentarios o amenazas sexuales
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Social: Excluir a otros, difundir rumores, negarse a hablar con alguien, animar a otros a intimidar
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Ciberacoso: Enviar mensajes amenazantes en línea, publicar contenido o información sobre otros sin su consentimiento
Recientemente, el ciberacoso se ha vuelto muy común. Ahora los niños pueden ser intimidados en cualquier momento y lugar.
Efectos de la intimidación sobre la salud
Los estudiantes que son intimidados tienen un mayor riesgo de tener problemas de salud mental como ansiedad, baja autoestima, depresión e incluso pensamientos de suicidio. Los niños que son intimidados pueden tener problemas físicos como cansancio y dolores de cabeza, además de malos hábitos alimenticios. Las lesiones sin motivo aparente también pueden ser un signo de intimidación.
Los niños y adolescentes que intimidan tienen un mayor riesgo de usar sustancias, de tener problemas académicos y de comportarse violentamente más adelante en la vida.
Otros signos de intimidación son:
- Faltar a la escuela, no gustar de los estudios o tener un rendimiento académico más bajo de lo normal
- Comportamientos autodestructivos como escaparse de la casa o autolesionarse
- Perder o destruir ropa, libros, dispositivos electrónicos o joyas
- Tener dificultad para dormir o pesadillas frecuentes
- Perder amigos de forma repentina o evitar situaciones sociales
Qué hacer
Los padres pueden identificar los signos de intimidación, hablar con su hijo y dejar saber a un maestro o administrador de la escuela. También pueden enseñar habilidades para lidiar con la intimidación mediante juegos de rol.
Si un niño necesita más apoyo, se puede considerar referirlo a un consejero escolar, un psicólogo u otro especialista en salud mental. Además, mostrar un buen ejemplo puede influir positivamente en los niños que acosan o que pueden hacerlo.
La respuesta a la intimidación de los Institutos Nacionales de Salud
El Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano hace investigaciones para comprender mejor los desencadenantes sociales de la intimidación y el ciberacoso en general. Los temas estudiados incluyen los efectos de intimidar y de ser intimidado en la salud y el bienestar de una persona.