Dormir es parte de nuestra rutina diaria. Sin embargo, para algunas personas, el sueño es un regalo.
Así era para Si Baker-Goodwin, una psicóloga jubilada y defensora de las personas con trastornos del sueño.
Baker-Goodwin, de 63 años, ha tenido trastornos del sueño por varias décadas. Los problemas para dormir, como ronquidos o inquietud en la cama, la han afectado la mayor parte de su vida.
"El sueño fragmentado termina por afectar nuestra manera de pensar".
- Si Baker-Goodwin
Menos sueño, peor funcionamiento
Cuando tenía unos 40 años, Baker-Goodwin notó que dormía cada vez menos. Le resultaba difícil cumplir con el trabajo e incluso hacer tareas simples. Siempre estaba cansada.
"Ni bien apoyaba la cabeza en la almohada, me quedaba dormida", recuerda.
Pero aunque podía conciliar el sueño con rapidez, no lograba seguir durmiendo. Al principio sus médicos pensaron que este problema era causado por ansiedad u hormonal.
Cuando un médico le preguntó si tomaba café, ella contestó que tomaba 10 medias tazas por día para mantenerse despierta. El doctor le recomendó que disminuyera su consumo de cafeína, pero no le preguntó demasiado sobre el sueño.
"Me debería haber preguntado qué tipo de problemas de sueño tenía", añade. "El sueño fragmentado termina por afectar nuestra manera de pensar".
Baker-Goodwin intentó averiguar durante muchos años por qué no podía dormir. Revisó los medicamentos que tomaba para la ansiedad y las alergias. Pero a pesar de intentar varias cosas, no lograba dormir por la noche.
Estudio del sueño
En 2008, les suplicó a los médicos que la ayudaran a averiguar por qué tenía problemas para dormir. Entonces su médico le recomendó que se hiciera un estudio del sueño.
El estudio duró dos noches y por fin le dio a Baker-Goodwin las respuestas que buscaba.
Le diagnosticaron apnea del sueño de leve a moderada. También le recomendaron una máquina de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP, por sus siglas en inglés), que utiliza una mascarilla o un dispositivo para la nariz y un tubito para suministrar aire y evitar que las vías respiratorias se cierren al dormir.
Esto ayuda a que las personas con apnea del sueño respiren más fácilmente.
Baker-Goodwin también sigue un horario estricto de acostarse y despertarse. Ahora se siente más descansada y piensa con más claridad.
Ayudar a otros
Baker-Goodwin ayuda a otras personas con apnea del sueño como fundadora y miembro de "My Apnea" ("Mi apnea"), una organización destinada a apoyar a los pacientes.
Ella recomienda informarse sobre los trastornos del sueño y hablar con un profesional de la salud sobre cualquier problema para dormir.
También espera que más médicos les pregunten rutinariamente a sus pacientes cómo duermen.
"La apnea del sueño es un problema complicado que afecta a muchos tipos diferentes de personas. Tenemos que aprender mucho más sobre esto para que todos puedan recibir el tratamiento apropiado".