El virus del papiloma humano (VPH), del cual hay más de 200 cepas, es la infección de transmisión sexual más común en los Estados Unidos.
Cuarenta de estas cepas son conocidas como VPH de alto riesgo, que puede causar cáncer de cuello uterino. El VPH de bajo riesgo generalmente causa síntomas que no ponen la vida en peligro, como verrugas genitales.
Es importante saber que el VPH de alto riesgo por sí solo no es cáncer. Ocho de cada 10 mujeres tienen el VPH de alto riesgo en algún momento de la vida, pero pocas tienen cáncer de cuello uterino.
Por suerte, hay una vacuna que protege contra algunas cepas de alto riesgo del VPH.
¿Cómo se contrae el VPH?
El HPV se puede contraer al tener relaciones sexuales por vía vaginal, anal u oral con alguien infectado con el virus. Cualquier persona sexualmente activa puede contraer el VPH, aunque haya tenido una sola pareja sexual. El VPH se puede transmitir incluso si la persona infectada no tiene síntomas.
¿Quién puede contraer el VPH?
Tanto los hombres como las mujeres se pueden infectar con el VPH. Es importante saber que a las mujeres se les puede hacer una prueba del VPH, pero a los hombres no. Sin embargo, los hombres pueden recibir la vacuna contra el VPH, que previene las verrugas genitales y algunos tipos de cáncer, como de pene, ano y garganta. La vacuna también protege a la pareja.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades no recomiendan hacerles pruebas de rutina a los hombres porque estos tipos de cáncer son mucho menos comunes. Sin embargo, si cree que podría tener VPH o cáncer, hable con su médico.
¿Cuáles son los síntomas del VPH y del cáncer de cuello uterino?
Las verrugas genitales pueden ser un signo de VPH en hombres y mujeres. Sin embargo, muchas cepas del VPH, especialmente las que causan cáncer, no presentan síntomas visibles. Estas cepas se detectan sólo con una prueba de Papanicolaou, que examina el cuello uterino (la parte inferior del útero) para detectar cambios en sus células.
Los síntomas de cáncer de cuello uterino en la mujer pueden aparecer años después de una infección por VPH. Algunos de sus síntomas son:
- Sangrado y manchado entre períodos menstruales
- Sangrado después de tener relaciones sexuales vaginales
- Sangrado después de la menopausia
- Períodos menstruales más abundantes de lo habitual
- Sangrado después de un examen pélvico
- Secreción inusual de la vagina
- Dolor durante las relaciones sexuales
¿Cómo se tratan el VPH y el cáncer de cuello uterino?
Tanto los hombres como las mujeres pueden contraer el VPH, pero a los hombres no se les puede hacer una prueba.
No hay cura ni tratamiento para el VPH, pero hay tratamientos para las complicaciones que causa, como verrugas genitales, células cancerosas y cáncer cervical.
El tratamiento del cáncer de cuello uterino depende de qué tan avanzada esté la enfermedad, pero puede incluir quimioterapia, radioterapia y una operación.
Las pruebas regulares de Papanicolaou y de VPH permiten que el médico sepa si usted tiene VPH y, si así fuera, vigilarlo. La detección temprana a menudo previene el cáncer de cuello uterino. Pregúntele a su profesional de la salud cuál es el mejor plan de pruebas de detección para usted.
¿Quiénes deberían recibir la vacuna contra el VPH?
La vacuna es una herramienta importante para la prevención del VPH y de sus complicaciones, y es especialmente eficaz cuando se recibe a una edad joven.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) recomienda que la mayoría de los niños se vacunen contra el VPH a los 11 o 12 años. La dosis depende de la edad a la que un niño reciba la vacuna por primera vez, pero los niños suelen recibir dos dosis.
La vacunación no se suele recomendar para personas mayores de 26 años. Sin embargo, algunos adultos de 27 a 45 años que aún no se han vacunado pueden decidir vacunarse contra el VPH después de consultarlo con su profesional de la salud.