Renée Fleming es una de las cantantes más aclamadas de nuestro tiempo. Ha cautivado a espectadores del mundo entero en salas de conciertos, de ópera, de cine y de Broadway.
Ahora está trabajando con los NIH, el Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas (en colaboración con el Fondo Nacional de las Artes) en la iniciativa Sound Health. Su propósito es comprender mejor la relación entre la música y el cerebro, y mejorar la salud y el bienestar por medio de la música. Fleming conversó con MedlinePlus, de los NIH, acerca de Sound Health.
¿Podría contarnos cómo conoció al Dr. Francis Collins, el director de los NIH, y cómo contribuyó esto a la puesta en marcha de este proyecto?
Yo estaba en una cena con un pequeño grupo de personas extraordinarias, entre ellos, varios jueces de la Corte Suprema de Justicia de EE. UU. Y casualmente la noche anterior se habían anunciado varias decisiones judiciales muy divididas. El ambiente estaba algo tenso. Pero la música lo cambió todo. El Dr. Collins había llevado su guitarra y nos hizo cantar a todos.
La música les levantó el ánimo a todos y la velada terminó siendo divertida y encantadora. Fue una experiencia mágica, que reafirmó el poder de la música. Fue en esa cena que se concibió la idea del proyecto Sound Health.
El Dr. Collins y yo empezamos a hablar sobre mi fascinación por los últimos estudios acerca del poder de la música y el cerebro. Yo acababa de aceptar un puesto como asesora del Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas y sugerí la idea de colaborar con los NIH para profundizar en lo que se sabe acerca de la música y la salud. Él aceptó con gran entusiasmo y desde entonces hemos estado colaborando en este proyecto.
¿Por qué le interesa tanto esta investigación?
Yo creo firmemente que las artes tienen un gran potencial para mejorar la salud y el bienestar.
El instrumento de los cantantes es interno y no es nada fácil de controlar porque funciona principalmente por medio de músculos involuntarios. Usted se sorprendería si supiera lo que tenemos que hacer los cantantes clásicos para entrenar la voz y proyectarla, sin micrófono, en una sala grande. Por eso me interesa el tema, y por los aspectos psicológicos de la presión que siente el artista.
Cada día que participo en este fascinante trabajo, aprendo algo nuevo.
Para contribuir a la investigación sobre la música y la salud usted se hizo una resonancia magnética en los NIH.
¿Puede contarnos algo más sobre eso y lo que aprendió?
Sí. Creo que no sabía en qué me había metido. No sabía que iba a estar en esa máquina durante dos horas. Los científicos y yo nos sorprendimos de que la resonancia mostrara que mi cerebro estaba más activo cuando yo me imaginaba a mí misma cantando; más incluso que cuando hablaba o cantaba.
¿Qué espera que logre la iniciativa Sound Health?
Mi esperanza inicial era abogar a favor de la música en las artes por medio de la ciencia. En todas las ciudades en donde actúo, invito a investigadores, científicos y musicoterapeutas a hablar y moderar debates. Al público le fascinan estas conversaciones.
También me gustaría encontrar la manera de unir las disciplinas de la música y la ciencia. Ya está ocurriendo. Hace poco invitamos por primera vez a musicoterapeutas a los NIH para que se reunieran con científicos e investigadores.
Así, espero mejorar la salud y el bienestar de la gente. Un ejemplo práctico es que sería magnífico que la musicoterapia estuviera disponible más ampliamente para ayudar a las personas.
Vi un video de un hombre que había tenido un accidente cerebrovascular y con la ayuda de un musicoterapeuta volvió a hablar en dos minutos. Me pregunté a cuántas personas les habrá pasado lo mismo pero no recuperaron el habla porque no sabían o no tenían acceso a la musicoterapia.
¿Tiene algún mensaje para nuestros lectores sobre lo que podrían hacer en sus propias vidas para impulsar las metas de Sound Health?
Tocar un instrumento, cantar en un coro. Hacer música con otros es una manera excelente de crear una comunidad, no mediante la tecnología, sino cara a cara. También es algo muy bueno para la salud y la vitalidad del cerebro.
¿Cómo ha cambiado Sound Health lo que usted entiende acerca del trabajo de los NIH?
Muchas personas no saben qué son los NIH (Institutos Nacionales de la Salud, por sus sigles en inglés) ni qué hacen. Yo no tenía ni idea del alcance de los NIH, ni sabía que son el patrocinador de investigación médica más importante del mundo. Gracias a su trabajo, se han logrado grandes adelantos en el campo de la medicina. Me encanta que los NIH perciban su trabajo en términos de cómo mejorar la vida y la calidad de vida de la gente.