Nuestros pies son maravillas mecánicas. Soportan el peso de nuestro cuerpo y nos permiten ponernos de pie, mantener el equilibrio y desplazarnos por el mundo. Como cualquier otra parte del cuerpo, los pies necesitan cuidado para mantenerlos sanos, activos y fuertes y para prevenir problemas futuros.
Problemas comunes de los pies
¿Sabía usted que los pies tienen 26 huesos, 33 articulaciones y más de 100 músculos, tendones y ligamentos? Estas partes trabajan juntas para que usted pueda caminar, correr, saltar, bailar y hacer mucho más. Pero esta complejidad y el estrés a que se someten los pies a diario también significan que muchas cosas pueden salir mal.
Algunos problemas comunes incluyen los siguientes:
• Pie de atleta. Una infección por hongos que causa picazón, quemazón y descamación de la piel.
• Juanetes. Protuberancias óseas dolorosas que se forman en la articulación del dedo gordo del pie.
• Callos y callosidades. Partes engrosadas y a menudo dolorosas que se forman debido a fricción o a presión sobre la piel. Suelen formarse en partes de los pies donde los huesos se rozan contra los zapatos.
• Dedo en martillo. Un dedo del pie que se encorva hacia abajo en la articulación del medio.
• Uñas encarnadas. Uñas de los pies que crecen dentro de la piel y causan dolor e inflamación.
• Fascitis plantar. Dolor del talón causada por inflamación del tejido que sirve de soporte al arco del pie.
• Úlceras en los pies causadas por la diabetes. Llagas abiertas que se pueden formar en los pies de las personas con diabetes.
Obtenga más información sobre otras lesiones y afecciones de los pies, los tobillos, los dedos y los talones.
Escuche a sus pies
Los problemas de los pies pueden ser más que dolor. A veces, pueden ser señal de otros problemas de salud como artritis, diabetes o lesión de los nervios. Si no se tratan, pueden llegar a causar dolor y mal funcionamiento de otras partes del cuerpo, incluso de la espalda, las caderas y las rodillas.
La detección temprana de los problemas de los pies es la clave para evitar que la situación empeore. Preste atención a lo siguiente:
• Cambios en la piel o en las uñas de los pies (como grietas, cortadas, úlceras o cambio de color).
• Dolor, inflamación o enrojecimiento.
• Hormigueo, quemazón o insensibilidad.
• Rigidez o inflamación de las articulaciones de los pies o los tobillos.
• Dificultad para caminar o para mantener el equilibrio.
Si nota cualquiera de las señales previamente citadas o si tiene un dolor intenso de comienzo reciente y que no desaparece con descanso ni con analgésicos de venta libre, es momento de hablar con un médico.
Esto es de particular importancia si usted tiene diabetes. La diabetes puede reducir el flujo de sangre y dañar los nervios de los pies, con lo cual es más probable que se presenten problemas. Obtenga más información sobre las afecciones de los pies causadas por la diabetes y la forma de evitar problemas.
Pasos simples para tener pies listos para el movimiento
• Lávese los pies a diario. Use agua y jabón y séqueselos bien, especialmente entre los dedos. Un baño caliente puede ser relajante para los pies. Humedezca y seque cualquier parte reseca, áspera o agrietada (como los talones) y póngase medias secas y limpias al terminar.
• Examínese los pies a menudo. Determine si tiene cortadas, úlceras, ampollas o cambios del color de la piel. Si tiene diabetes, preste especial atención a los pies y vaya regularmente a examen médico.
• Córtese las uñas de los pies regularmente. Córtelas de lado a lado en línea recta y de forma que no queden demasiado cortas. Esto ayuda a prevenir las cortadas y las uñas encarnadas.
• Use zapatos cómodos y con soporte. Escoja zapatos que le calcen bien, que no le queden demasiado apretados ni demasiado sueltos. Los pies pueden cambiar con el tiempo, de modo que pida que se los midan cada vez que compre nuevos zapatos.
• Mantenga los pies activos. El estiramiento y el ejercicio ayudan a mejorar el flujo de sangre, a fortalecer los pies y a tener más flexibilidad. Si necesita sentarse por períodos prolongados, ponga los pies en alto para mejorar el flujo de sangre y tome recesos frecuentes para mover el cuerpo.
Los pies son el soporte del cuerpo. Trátelos bien y ellos lo cuidarán bien a usted.