Las conmociones cerebrales entre los atletas profesionales han sido cubiertas ampliamente por la prensa, pero la Dra. Christina Master, codirectora del programa de conmociones cerebrales de Children's Hospital of Philadelphia, cree que hay que prestar más atención a las lesiones cerebrales en niños y adolescentes.
Las últimas cifras muestran que cada año unos 283,000 niños menores de 18 años visitan una sala de emergencias por lesiones cerebrales traumáticas, como conmociones, relacionadas con la recreación. Las lesiones por actividades en el patio de recreo y los deportes de contacto, especialmente el fútbol, el fútbol americano y el baloncesto, representan casi la mitad de estas visitas.
La mayor conciencia de las conmociones cerebrales entre atletas profesionales “ciertamente ha llegado a los atletas jóvenes y ha dado lugar a más investigaciones en los últimos años”, dice la Dra. Master.
Nuevos rumbos de investigación
"La idea de sentarse en una habitación oscura después de una conmoción cerebral probablemente se está dejando de lado".
- Dra. Christina Master
Muchos de estos nuevos estudios están cambiando nuestras ideas sobre el tratamiento y el diagnóstico, por ejemplo, cuánto tiempo lleva la recuperación y las diferencias entre los niños y las niñas.
La Dra. Master ha trabajado en estudios recientes financiados por los Institutos Nacionales de la Salud que han buscado formas nuevas, más rápidas y objetivas de diagnosticar una conmoción cerebral, por ejemplo, simples pruebas de equilibrio en el consultorio y pruebas de seguimiento visual que pueden indicar si se produjo una lesión cerebral.
La investigación también muestra que uno de cada 6 niños de 5 a 15 años que sufre una conmoción cerebral sufre otra en los dos años posteriores a su lesión. Un estudio reciente de pacientes de Children's Hospital of Philadelphia descubrió que el riesgo de lesiones repetidas era mayor entre los niños mayores.
Replantear la recuperación
Las investigaciones sugieren que los niños que han sufrido una conmoción cerebral pueden necesitar más ayuda en la escuela y los deportes a medida que se recuperan. Pero el ejercicio ligero, como caminar en una cinta rodante o montar en una bicicleta fija, puede facilitar la recuperación.
“La idea de sentarse en una habitación oscura después de una conmoción cerebral probablemente se está dejando de lado”, dice la Dra. Master. “Una vez que los síntomas del niño empiezan a mejorar unos días después de la conmoción cerebral, la actividad de baja intensidad puede jugar un papel. La idea es lograr que el ritmo cardíaco se eleve ligeramente sin causar síntomas graves”.
Los padres, maestros y entrenadores tienen que tomarse en serio las conmociones cerebrales. “Pueden tener un gran impacto en la vida de un niño. Se necesita apoyo en la casa y en la escuela y un control activo por parte de un médico”, señala la Dra. Master.
“Pero no es el fin del mundo”, añade. “En general, con la atención y el tratamiento adecuados, los niños se recuperan bien de una conmoción cerebral”.