Millones de personas son proveedores de cuidado a larga distancia y apoyan a sus seres queridos que envejecen o que enfrentan una enfermedad o una discapacidad. Este papel puede incluir el manejo de las finanzas de esa persona, la organización de sus citas y cuidados médicos, la coordinación con otros proveedores de cuidado y el ofrecimiento de apoyo emocional.
Si usted ya es proveedor de cuidado o puede serlo en el futuro, estos consejos prácticos pueden ayudarle a recorrer el campo de la provisión de cuidado a larga distancia de una manera efectiva.
Comprensión de la salud y del cuidado de esas personas
Entérese de la salud, los tratamientos y la situación en que vive su ser querido. Investigue su afección de salud y los recursos disponibles, incluso los beneficios de Medicare y Medicaid y tenga conversaciones francas con esa persona sobre su situación y el apoyo que necesita.
Pídale a su ser querido una autorización por escrito para hablar con su equipo médico. Esto le permite a usted mantenerse informado sobre la salud y el cuidado de esa persona, aunque sea a distancia. Los médicos y otros proveedores de atención de salud necesitan este consentimiento para compartir información médica con usted.
Manténgase al día con los documentos importantes
Recopile y organice los documentos legales, financieros y médicos importantes. Asegúrese de que estén al día y guardados en un lugar seguro y donde pueda encontrarlos con facilidad. Prepare listas de los medicamentos que toma esa persona y cuándo debe tomarlos. Recoja información para comunicarse con sus médicos, proveedores de atención de salud y otras personas que sean contactos importantes y actualice esa información regularmente.
Planificación de visitas pertinentes
Programe visitas presenciales con su ser querido cuando pueda. Antes de su llegada, pregúntele qué le gustaría hacer durante su visita, ya sea ir de compras al supermercado, visitar amigos o realizar quehaceres domésticos. De ser posible, programe las citas médicas durante su visita (con autorización) y reúnase con otros proveedores de cuidado de su ser querido si viven cerca.
No se olvide de pasar un buen tiempo juntos que no esté relacionado con la provisión de cuidado. Ya se trate de un pasatiempo compartido o sencillamente de relajarse y ponerse al día, las actividades agradables hacen que las visitas sean menos estresantes. Con esto se asegura de que el tiempo que pasen juntos represente más que quehaceres y responsabilidades.
Creación de una red de cuidado local
Usted no puede hacerlo todo solo, especialmente si está lejos. Busque familiares, amigos, vecinos y otras personas de la localidad correspondiente que puedan darle una mano o ayudar en situaciones de emergencia. Dígales qué está pasando y cómo entrar en contacto con usted.
Establezca relaciones con los proveedores de cuidado médico y otros proveedores de cuidado de su ser querido. Piense en la posibilidad de contratar proveedores de cuidado o gestores de atención en la localidad correspondiente para ayudarle a coordinar el cuidado.
Ayuda al principal proveedor de cuidado
Aunque usted no sea el principal proveedor de cuidado, necesitará apoyar a esa persona al mantenerse en contacto regular, preguntarle qué puede hacer usted para ayudar y ofrecerle su ayuda para encargarse de varios quehaceres o responsabilidades. Antes de su visita, comuníquese con esa persona para preguntarle qué apoyo podría necesitar y cómo podría usted ayudarle. De ser posible, planee sus visitas de forma que el principal proveedor de cuidado pueda tomar un descanso y, si es necesario, haga los arreglos correspondientes para conseguir atención de relevo.
Necesidad de mantenerse conectado e informado
La comunicación regular es clave. Programe sesiones de verificación con su ser querido y con los demás proveedores de cuidado para mantenerse al día sobre la afección de esa persona.
Los diferentes medios tecnológicos como videollamadas, grupos de chat y calendarios compartidos pueden ser instrumentos útiles para mantenerse conectado. Participe en las consultas de telesalud de su ser querido (con su autorización) y programe llamadas con otros proveedores de cuidado para discutir su salud y bienestar.
Adaptación a medida que cambien las necesidades
Esté preparado para adaptarse si hay algún cambio en la situación o las necesidades de su ser querido. Tenga una conversación con esa persona sobre las diferentes opciones existentes (como servicios de asistencia para la vida cotidiana o servicios de cuidado domiciliario) y consulte con sus proveedores de cuidado de salud sobre las medidas que serían útiles y en qué momento convendría tomarlas.